Un crimen estremecedor ocurrido en Bogotá ha generado conmoción, un adolescente de apenas 14 años confesó haber asesinado brutalmente a su padre, un mayor del Ejército, y a su hermana de siete años con más de 190 puñaladas combinadas. El joven, cuyo testimonio fue revelado por la revista Semana, aseguró que actuó tras sentirse “descontrolado” por los constantes regaños de su progenitor.
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La noche del crimen
El ataque ocurrió la noche del 29 de julio de 2024 mientras el militar descansaba en su habitación junto a su hija, que se había quedado dormida esperando a su madre. Según el relato del menor, la agresión se desencadenó tras una llamada telefónica que su padre sostuvo con su madre. Fue entonces cuando bajó a la cocina, tomó un cuchillo, y comenzó a pensar en cómo herirlo.
“Pensé que le iba a pegar con lo que fuera, pero mientras subía con el cuchillo, pensé en apuñalarlo”, confesó. Cuando llegó al cuarto, el militar miraba su celular. “Lo apuñalé en el corazón, en el pecho. Sabía que era un lugar donde lo podía matar porque en biología nos enseñaron cuáles eran las partes más delicadas del cuerpo”.
Después del primer ataque, el adolescente se retiró al cuarto, pero regresó y continuó apuñalando el cuerpo sin vida. “Tenía rabia, él me castigaba, me pegaba. Me descontrolé”.
El crimen de su hermana
La hermana, al despertarse por los ruidos, comenzó a gritar y rogarle que se detuviera. El joven respondió con violencia. “Ella estaba ahí, llorando. Le dije que pare, pero me descontrolé y le pegué una puñalada en el pecho. Después vi que estaba en el piso y la apuñalé más de una vez”, relató entre lágrimas.
De acuerdo con el informe de Medicina Legal, el militar recibió 118 puñaladas, mientras que la niña fue atacada 75 veces.
La llegada de la madre y nuevo ataque
Tras cometer el doble asesinato, el menor descendió a la cocina con las manos ensangrentadas. Cuando su madre llegó al domicilio, según su declaración, el adolescente la esperaba con cuchillos en mano.
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“Abrió la puerta y me dijo ‘perra hijue....’. Me tomó del cuello y me apuñaló en el pecho”, narró la mujer, quien sobrevivió al ataque con heridas graves. Los vigilantes del conjunto residencial intervinieron, encontrándola en el suelo y al menor aún con los cuchillos.
La confesión y contradicciones
En un primer momento, el adolescente culpó a su madre de los asesinatos. Ella, por su parte, fue detenida y vinculada al caso. Sin embargo, días después, el menor confesó ante las autoridades que fue él quien perpetró los crímenes.
La Fiscalía liberó a la mujer al identificarla como víctima. El menor quedó a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y fue condenado a seis años de internamiento en un centro especializado.
Evaluación psicológica: predisposición delictiva y falta de empatía
El análisis psicológico forense reveló que el adolescente presenta una predisposición a la delincuencia, rasgos violentos y escasa empatía.
Además, que el joven presentaba rasgos egocéntricos, con una necesidad de admiración posiblemente alimentada por series como El cartel de los sapos o Pablo Escobar. Esta necesidad, unida a un historial familiar conflictivo.
“La preocupación expresada por lo sucedido y cómo esto afecta de manera directa a sus seres más cercanos, se encuentra prácticamente ausente”, señala el informe de Medicina Legal.