El gobierno de EE. UU. anunció que planea pintar de negro todo el muro fronterizo con México para que su superficie absorba más calor, resultando demasiado caliente para escalar bajo el sol.
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La idea partió del presidente Trump, y fue confirmada por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien aseguró que la modificación busca disuadir ilegalidades y, adicionalmente, proteger el acero de la oxidación. La aplicación responde al financiamiento del paquete presupuestario “One Big Beautiful Bill”, que también incluye el despliegue de cámaras y sensores a lo largo del muro.
¿Cómo funciona el efecto del color negro en el muro?
Según Noem, la pintura negra convierte el muro en un obstáculo más inhóspito con las altas temperaturas del sur de EE. UU.:
“Cuando algo está pintado de negro, se calienta mucho más, haciéndolo más difícil de escalar” —Kristi Noem.
Además, el jefe de la Patrulla Fronteriza, Mike Banks, explicó que la pintura prolongará la vida útil del muro al evitar el óxido.
¿Cuál es el alcance del plan y cuánto costará?
La gerente administrativa del proyecto estimó que pintar cada milla del muro cuesta aproximadamente $1.2 millones, y el presupuesto global para su ejecución rondaría los $500 millones. El plan forma parte de una estrategia más amplia que mueve cerca de $46.5 mil millones en fondos dedicados a la construcción fronteriza dentro del “One Big Beautiful Bill”