Ali Eastburn, una madre de 58 años oriunda de Nashville, fue hospitalizada de emergencia tras sufrir una perforación de apéndice causada por el uso indebido de Ozempic.
PUBLICIDAD
El medicamento, aprobado para la diabetes tipo 2, ha ganado popularidad como fármaco para bajar de peso, pero su uso sin control médico puede ser altamente riesgoso.
Buscaba perder peso antes de un evento familiar
Ali había ganado peso tras la menopausia y, motivada por la boda de su hijo, comenzó un tratamiento con Ozempic bajo prescripción médica.
Logró perder 15 libras, pero al no alcanzar su objetivo de 20, decidió aumentar la dosis por cuenta propia. La automedicación desencadenó efectos adversos inmediatos como náuseas intensas, diarrea y pérdida de apetito.

Emergencia médica antes del gran día
Durante su vuelo a California para la boda, Ali empeoró y al aterrizar fue llevada de urgencia al hospital. Fue diagnosticada con apéndice reventado y permaneció internada por cuatro días, perdiéndose la cena de ensayo. Aun así, logró asistir a la ceremonia, aunque en un estado físico delicado.
La FDA ya había advertido sobre los riesgos
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) había emitido advertencias en 2024 sobre los peligros del uso indebido de semaglutida (Ozempic), incluyendo pancreatitis, cálculos biliares y perforaciones intestinales. También recordó que no está aprobado oficialmente como medicamento para adelgazar.

Lección de salud y llamado a la conciencia
Ali hoy afirma que nunca más tomará fármacos para perder peso sin supervisión médica: “Ser delgada no vale perder tu vida”, declaró. Su caso expone un patrón creciente de uso irresponsable de medicamentos para fines estéticos y subraya la necesidad de un abordaje médico y nutricional integral.