Con casi 2 millones de tarjetahabientes en el Ecuador, la expansión del crédito es innegable. No obstante, detrás de estas cifras de crecimiento, se esconde una realidad que muchos enfrentan: el pago mínimo.
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El pago mínimo, ese pequeño monto que aparece en el estado de cuenta, a menudo representa entre el 5% y el 10% de la deuda total.
Aunque pareciera una solución fácil para evitar la mora y mantener el historial crediticio a salvo, es, en palabras de María Fernanda Cárdenas, economista y analista financiera, “una ilusión que te mantiene endeudado por mucho más tiempo y pagando intereses exorbitantes”.
“Cuando solo pagas el mínimo, la mayor parte de ese monto se destina a cubrir los intereses y comisiones generadas, y solo una mínima parte se va al capital de la deuda”, explica Cárdenas. “Esto genera un ‘efecto bola de nieve’ donde la deuda crece, incluso si no realizas nuevas compras, porque los intereses se siguen acumulando sobre el saldo pendiente”.
Para ilustrar este punto, consideremos un ejemplo: si se tiene una deuda de $1.000 y el pago mínimo es del 5% ($50), los restantes $950 seguirán generando intereses.
Las tasas de interés de las tarjetas de crédito en Ecuador pueden ser elevadas. Aunque varían por entidad, algunas tasas de crédito rotativo pueden superar el 40% anual efectivo. Esto significa que una deuda que inicialmente parece manejable puede duplicarse o triplicarse en unos pocos años.
El impacto en el historial crediticio
Aunque pagar el mínimo evita un reporte negativo inmediato a los burós de crédito por mora, Carlos Vera, experto en educación financiera, subraya que no contribuye a un historial crediticio saludable.
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“Si bien no te reportan como moroso, el banco ve que no tienes la capacidad de saldar tus deudas en su totalidad. Esto puede limitar tu acceso a créditos más grandes y en mejores condiciones en el futuro, como préstamos hipotecarios o vehiculares, ya que tu perfil de riesgo aumenta”.
Las compañías de tarjetas de crédito han reducido este porcentaje de pago mínimo a lo largo del tiempo. “Una de las razones detrás de este cambio es que los pagos mínimos más bajos permiten a los clientes mantener un saldo por más tiempo, lo que hace que estas cuentas sean más rentables para los emisores”, señala un informe de Consolidated Credit.
Es un modelo de negocio que beneficia a los bancos, pero a expensas de la salud financiera del consumidor.
¿Pagas solo el mínimo de la tarjeta?
Un estudio sobre endeudamiento con tarjetas de crédito en Guayaquil reveló que, si bien el 40.63% de los encuestados realiza el pago total de sus deudas, un preocupante 21.61% solo hace el pago mínimo. Esta cifra es un llamado de atención sobre la necesidad de mayor educación financiera.
Vera enfatiza que la tarjeta de crédito debe ser vista como una herramienta de financiamiento a corto plazo o como un medio de pago que ofrece beneficios (puntos, millas) si se la usa responsablemente.
“La regla de oro es pagar el saldo total cada mes. Si no es posible, abona siempre más del mínimo. Cada dólar adicional que se paga por encima del mínimo se destina directamente a reducir el capital de la deuda, lo que a su vez disminuye los intereses futuros”.