Este lunes 29 de julio de 2025, José de la Gasca presentó su renuncia irrevocable al cargo de Ministro de Gobierno del Ecuador, mediante una carta dirigida directamente al Presidente de la República. En el texto, el ahora exministro hace un recuento de sus principales hitos y desafíos, al tiempo que reitera su respaldo al proyecto político liderado por el Ejecutivo.
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De la Gasca asumió la cartera en noviembre de 2024, tras haber sido previamente delegado del Gobierno ante la Organización de Naciones Unidas. En su carta, destaca su participación durante la presidencia ecuatoriana del Consejo de Seguridad de la ONU en diciembre de 2023, cuando —según relata— Ecuador jugó un papel determinante en una crisis internacional de alto riesgo.
El exfuncionario describe el escenario político como una “guerra de guerrillas” en contra del Gobierno, donde —a su criterio— confluyen “lo peor de la clase política” y el crimen organizado. En ese contexto, sostiene que su gestión contribuyó a consolidar gobernabilidad sin incurrir en “pactos mafiosos” ni “narcovalijas”, logrando aprobar leyes clave para la seguridad y estabilidad del país.
“Gobernar no es complacer, sino decidir con firmeza por el bien común”, señala en uno de los párrafos. También hace un llamado al actual Gabinete a “no rendirse” y a mantenerse conectados con la ciudadanía.
En su despedida, dirige mensajes al Legislativo, su equipo de trabajo, su familia y a los ciudadanos. A los asambleístas les pide “no traicionar a sus mandantes” y distinguirse de “los piratas de curul”. A sus hijos, les agradece por soportar su ausencia, y les recuerda que su lucha fue “un acto de amor hacia ustedes y hacia el país que estamos construyendo”.
Finalmente, recalca que su salida no representa un alejamiento del proyecto: “Renuncio al cargo, pero no a la causa ni a la lucha”, concluye. El Gobierno aún no ha anunciado quién asumirá el Ministerio de Gobierno tras esta salida clave del equipo político del Presidente.
La carta, cargada de tono emocional y de balance político, marca una salida que busca proyectar continuidad, lealtad ideológica y legitimidad institucional en un momento sensible para la administración.