El hallazgo del cuerpo sin vida de Isaac Noboa Vásquez ha generado profunda consternación en Quito. El joven fue reportado como desaparecido el viernes 25 de julio de 2025 y fue encontrado dos días después en una quebrada de Guápulo, en el nororiente de la capital, según confirmó la Policía Nacional.
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Isaac desapareció al salir de un club en La Floresta
De acuerdo con los primeros reportes, Isaac salió de fiesta con un grupo de amigos. La última vez que se le vio con vida fue, saliendo del club solo a las 03:31 del viernes 25 julio por la calle Gangotena.
Desde entonces, su familia no supo más de él hasta que fue hallado sin signos vitales el 27 de julio en una zona de difícil acceso en Guápulo.
Su padre, Pablo Noboa, publicó una carta en su cuenta de X, donde aclara lo que realmente habría ocurrido.
El testimonio del padre: “Mi hijo fue brutalmente agredido”
Pablo Noboa denunció que su hijo fue víctima de un violento asalto debido a bandas delictivas que operan en el sector de Guápulo.
Además, explicó que pudo reconstruir el trayecto que el joven había tenido antes de su muerte. Esto, gracias a la ayuda de vecinos solidarios que le dieron acceso a cámaras de seguridad privadas, ya que las del ECU 911 no funcionan y que la investigación policial no le ayudó en nada a resolver la desaparición de Isaac.
Estas imágenes habrían captado el momento en que, el joven de 24 años, fue atacado brutalmente por delincuentes.
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En una conversación con este Diario, indicó que vio que tres sujetos se le acercaron, lo golpearon fuertemente para robarle su celular.
Noboa enfatizó que fue un hecho violento y que se “pretende desviar la atención como que nunca hubiese ocurrido”.
Llamado a la conciencia social
Conmovido por la tragedia, el padre hizo un llamado a la ciudadanía para tratar este caso con respeto y profundidad. “Que el dolor de mi hijo sea una semilla de consciencia”, expresó, exhortando a no convertir la historia de Isaac en un simple rumor viral.
Finalmente, agradeció a quienes lo acompañaron en la búsqueda como al Ministerio del Interior y a los vecinos del sector, que pese al temor y miedo a represalias decidieron ayudarlo con las grabaciones de las cámaras privadas.