Tres días después del infanticidio que estremeció al barrio San Sebastián de Manizales, habló por primera vez Juan Camilo, padre de Antonella, la pequeña de 2 años que murió tras ser atacada presuntamente por su madre. En entrevista exclusiva con el diario La Patria, el hombre aseguró entre sollozos: “Ella lo que hizo, lo hizo por hacerme daño a mí. La niña era mi vida entera… esa fue su venganza”.
PUBLICIDAD
Un crimen que sacudió a la ciudad
El sábado 26 de julio, hacia las 11:40 a. m., vecinos del conjunto residencial San Sebastián alertaron a las autoridades: una joven de 22 años habría herido de gravedad a su hija con un arma blanca y luego intentó quitarse la vida. La menor fue trasladada de urgencia al Hospital de Caldas, donde murió minutos después por shock hipovolémico, confirmaron voceros médicos.
La presunta agresora permanece bajo custodia policial en un centro asistencial, mientras la Fiscalía avanza en los trámites para imputarle cargos por homicidio agravado y tentativa de suicidio.
Relación marcada por desencuentros
Juan Camilo relató que su relación con la joven “empezó bonita”, pero con el tiempo se tornó conflictiva. “Vendí mi moto para pagar el baby shower de mi hija… intenté darle un hogar”, recordó. Tras varias rupturas, cada visita a ver a Antonella “significaba rogar” y aceptar humillaciones. “Ella sabía que lo único que me mataría en vida era mi hija y lo hizo”, lamentó.
Apoyo institucional y velatones
El papá de Antonella agradeció la ayuda psicológica que recibe de la Alcaldía y las muestras de solidaridad de vecinos, que han organizado velatones y altares con peluches y flores frente al edificio donde ocurrió la tragedia. “No siento odio, solo tristeza. Espero justicia”, expresó.
Lo que sigue en el proceso
La madre rechazó los cargos de homicidio agravado que le formuló la Fiscalía de Caldas, alegando que “no recuerda” lo sucedido. La jueza ordenó una valoración psicológica antes de decidir la medida de aseguramiento.
La ciudadanía espera que los hechos se esclarezcan y que el sistema judicial determine responsabilidades. Mientras tanto, el recuerdo de Antonella se mantiene vivo en las velas encendidas y en la voz entrecortada de un padre que clama por justicia.