Hoy la vibrante Guayaquil conmemora sus 490 años de proceso fundacional. La Perla del Pacífico, no solo la ciudad más grande y poblada del Ecuador, sino un verdadero motor económico y cultural del país, se prepara para un fin de semana de festividades que honran su rica historia y su espíritu inquebrantable.
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Pero más allá de los desfiles y conciertos, este aniversario es una oportunidad para adentrarnos en el corazón de la ciudad: el perfil del guayaquileño actual, un ciudadano dinámico, conectado y profundamente arraigado a sus valores.
Guayaquil es mucho más que sus imponentes edificios o su bullicioso Malecón; su verdadera esencia reside en su gente. Un reciente estudio de Kantar IBOPE Media, enfocado en personas mayores de 18 años residentes en la ciudad, nos ofrece una radiografía fascinante del guayaquileño contemporáneo: un individuo comprometido con su hogar, conectado con su entorno y fiel a sus raíces.
Como capital económica del país, no es de extrañar que el guayaquileño sea un comprador estratégico.
Los datos son elocuentes: el 52% de los hogares guayaquileños tienen a una persona que cumple el rol de comprador principal. Sus hábitos de consumo revelan una combinación de planificación y rutina: un impresionante 84% compra en supermercados, el 56% acude a las tradicionales tiendas de barrio y casi la mitad, un 47%, se abastece en plazas o ferias.
Más allá de sus patrones de consumo, el estudio subraya la profunda convicción y los valores que cimentan la identidad guayaquileña.
87% de los guayaquileños disfruta en familia
Los lazos familiares son inquebrantables, con un 87% disfrutando pasar tiempo en familia. La fe juega un papel crucial, con un 80% considerándola realmente importante.
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En el aspecto de la comunicación y el entretenimiento, el guayaquileño es un ciudadano hiperconectado. Prácticamente la totalidad, un 96%, usa redes sociales, y un 95% consume videos online o visita buscadores.
En este 490 aniversario, Guayaquil no solo celebra su legado histórico, sino también la vitalidad y la complejidad de su gente, quienes, con su compromiso y su espíritu inquebrantable, continúan forjando el futuro de la Perla del Pacífico.