José Adolfo Macías Villamar, más conocido como alias ‘Fito’, el líder Los Choneros, se encuentra en el epicentro de un proceso judicial de alto perfil en Estados Unidos. Tras su extradición a territorio estadounidense el pasado 20 de julio de 2025 y declararse no culpable de siete cargos relacionados con tráfico de drogas y armas, su caso ha sido asignado a un magistrado de trayectoria inigualable: el juez Frederic Block.
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El caso de Fito en manos expertas
La extradición de ‘Fito’ a Estados Unidos marca un punto de inflexión en la lucha contra el crimen organizado transnacional. Al día siguiente de su llegada, el 21 de julio de 2025, compareció ante la jueza Vera Scanlon, donde se declaró no culpable de todos los cargos. Sin embargo, el proceso tomó un nuevo rumbo el 22 de julio, cuando el caso fue oficialmente asignado al experimentado juez Block, lo que augura un juicio que acaparará la atención internacional.
Un juez con décadas de experiencia en casos sensibles
A sus 91 años, el juez Block, nominado por el expresidente Bill Clinton en 1994 para la Corte del Distrito Este de Nueva York (EDNY), ha forjado una reputación formidable. Su larga carrera judicial, que abarca más de tres décadas, lo ha puesto al frente de algunos de los juicios más mediáticos y complejos en el país. Block no es ajeno a lidiar con el crimen organizado; en 2005, por ejemplo, sentenció a Peter Gotti, hermano del infame jefe mafioso John Gotti y figura destacada de la familia Gambino. Lo más relevante de ese caso fue la aparición del actor Steven Seagal, quien había sido presuntamente extorsionado por millones de dólares por la mafia, un episodio que el propio Block describió como “cinematográfico, como si fuera Hollywood”, de acuerdo con New York Post.
El ‘Narco de Narcos’ en su estrado
La figura del juez Block cobró aún mayor relevancia a finales de febrero de 2025, al asumir el caso de Rafael Caro Quintero, conocido como ‘El narco de narcos’ y cofundador del Cartel de Guadalajara. Caro Quintero, una leyenda viva del narcotráfico mundial, fue recapturado en julio de 2022 y extraditado a Estados Unidos, donde enfrenta cargos relacionados con el secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena en 1985. Este caso, tan notorio que inspiró una temporada de la serie ‘Narcos: México’ de Netflix, ha visto a Quintero declararse no culpable. La Fiscalía aún evalúa si buscará la pena de muerte, una opción sobre la cual Block ha expresado públicamente su escepticismo, incluso llegando a ser apodado ‘Judge Blockhead’ por el Daily News en 2007 por sus críticas a la aplicación de la pena capital en un juicio por narcotráfico. Block ha declarado que simplemente “cumple con el estado de derecho” y busca un “toque de humanidad” en sus decisiones.
La ruta judicial de Fito
El camino legal para alias ‘Fito’ ya está trazado. Después de su comparecencia inicial ante la jueza Vera Scanlon, el caso ha recaído en Block, quien ya ha convocado una audiencia presencial para el 19 de septiembre de 2025, a las 13:30 (hora de Ecuador). Esta diligencia será crucial, ya que se evaluará el progreso de la investigación y se explorará la posibilidad de un acuerdo de culpabilidad. Si no se llega a un pacto, el juicio avanzará, prometiendo ser uno de los más observados en la lucha contra el narcotráfico latinoamericano en Estados Unidos. Aunque ‘Fito’ no enfrentará la pena de muerte (el gobierno de EE.UU. garantizó a Ecuador que no sería sometido a torturas ni tratos crueles), los cargos en su contra podrían acarrear penas que van desde los 10 años hasta la cadena perpetua.
¿Qué le espera a Fito en Estados Unidos?
La asignación del caso de ‘Fito’ al juez Frederic Block subraya la seriedad con la que Estados Unidos aborda el crimen organizado transnacional. La experiencia de Block con figuras como Peter Gotti y Rafael Caro Quintero sugiere un manejo riguroso y, según sus propias palabras, con un “toque de humanidad”. El magistrado, que con 91 años sigue activo y lúcido –según reveló al New York Post, su esposa, 30 años menor que él, “lo mantiene despierto”–, está listo para presidir otro capítulo significativo en la historia judicial del narcotráfico. El desenlace de este proceso será clave para entender las implicaciones de la extradición y la lucha internacional contra las redes criminales.