La noche del martes 24 de junio de 2025, el suburbio de Guayaquil respiró un poco más tranquilo. Tras una frenética persecución que mantuvo en vilo al sector del Cristo del Consuelo, la Policía Nacional atrapó a Carlos B., alias “Deivy”, un extorsionador que sembraba el pánico entre comerciantes y dueños de tiendas con sus infames “vacunas”.
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La presión crecía. Tras la difusión de videos que mostraban a Carlos B. exigiendo pagos ilegales, las unidades de inteligencia se movilizaron con un único objetivo: la captura de “Deivy”. La noche del martes, ese plan dio frutos.
En una rueda de prensa urgente, el Coronel Víctor Ordóñez, Comandante de la Zona 8, confirmó los detalles de la operación. En un esfuerzo coordinado con el grupo de anticriminalística y el equipo de motorizados de la Zona 8, la policía ejecutó una persecución ininterrumpida que culminó con el allanamiento de una vivienda. Fue allí donde, finalmente, “Deivy” fue aprehendido.

El historial de alias “Deivy” es tan largo como escalofriante, lo que lo convierte en un objetivo de valor intermedio para las autoridades. Registra antecedentes penales por delitos graves que incluyen: teenencia ilegal de armas de fuego, asesinato, tráfico ilícito de sustancias sujetas a fiscalización y robo.
Este sujeto es considerado de alta peligrosidad y, lo que es aún más alarmante, se le relaciona directamente con una banda terrorista que opera en la zona, sembrando el miedo y la violencia.
Durante el allanamiento de su domicilio, la policía incautó un arma de fuego. Según las primeras investigaciones, esta arma habría sido utilizada por “Deivy” en varios de sus crímenes anteriores.
“Este sujeto está plenamente identificado en videos de redes sociales donde sale extorsionando a varios locales comerciales y tiendas del sur de la ciudad de Guayaquil”, enfatizó el Coronel Ordóñez, dejando claro que las pruebas contra “Deivy” son contundentes y su reinado de terror ha llegado a su fin.