Una operación policial realizada en la cárcel El Inca, en el norte de Quito, permitió la detención de un reo vinculado a un grupo de extorsionadores que operaba desde el interior del centro penitenciario.
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La Policía Nacional también capturó a otros cuatro presuntos integrantes de esta red criminal, vinculada a la organización delictiva Los Lobos.
Según las autoridades, los detenidos exigían fuertes sumas de dinero a comerciantes, incluyendo un pago inicial elevado y cuotas mensuales para “garantizar su seguridad”.
Cuando una de las víctimas se negó a pagar, los delincuentes cumplieron sus amenazas: atacaron su negocio a tiros.
El violento atentado fue captado por cámaras de seguridad. En el video se observa a un hombre armado a bordo de una motocicleta que dispara varias veces contra el local comercial, generando alarma en la comunidad.
Operativos en tres provincias
La respuesta policial incluyó allanamientos simultáneos en las provincias de Orellana, Pichincha y en la propia cárcel El Inca, donde se encontraba uno de los cabecillas del grupo. El ingreso al centro penitenciario se realizó como parte de un operativo coordinado para cortar los nexos entre el crimen organizado y las cárceles del país.
Durante los procedimientos, se incautaron evidencias clave, entre ellas:
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- 1 arma de fuego
- 10 teléfonos celulares
- Dinero en efectivo, presuntamente producto de las extorsiones
Crimen organizado tras las rejas
Este caso evidencia cómo grupos criminales continúan operando desde las cárceles, utilizando tecnología y contactos externos para seguir cometiendo delitos. La participación de un interno en la red de extorsión refuerza las preocupaciones sobre la falta de control dentro de los centros de reclusión del país.