La tarde del sábado 8 de junio, un hecho violento sacudió el occidente de Bogotá cuando Miguel Uribe Turbay, senador y precandidato presidencial, fue víctima de un atentado con arma de fuego mientras participaba en un acto político en el barrio Modelia.
PUBLICIDAD
El ataque dejó al político con heridas en la cabeza y la pierna, y provocó un amplio despliegue de seguridad en la zona.
El presunto autor del atentado es un menor de edad, quien fue capturado en flagrancia por miembros del esquema de seguridad de Uribe Turbay, pertenecientes a la Unidad Nacional de Protección (UNP).
Según las autoridades, el joven atacante intentó huir tras disparar, pero fue interceptado a pocos metros del lugar del ataque.
El hecho quedó registrado en video, donde se observa cómo, en plena huida, el menor sostiene la pistola —presuntamente una Glock semiautomática— y es reducido por los escoltas, uno de los cuales le dispara en un intento por neutralizar la amenaza.
“Déjenme dar los números”, fue lo que dijo
Una vez detenido, el menor ofreció información clave. “Déjenme darle los números... Pero si no me sueltan...”, decía mientras era inmovilizado, indicando que conocía a quienes ordenaron el atentado contra el senador.
Estas declaraciones abren una nueva línea de investigación que podría vincular a otras personas u organizaciones al ataque.
PUBLICIDAD
El director de la UNP, Augusto Rodríguez, confirmó que no se descarta la participación de un cómplice, especialmente porque el menor habría llegado como parrillero en una motocicleta. Testigos señalaron que el atacante se bajó del vehículo, se aproximó a Uribe Turbay a menos de dos metros y disparó en al menos seis ocasiones.
Actualmente, las autoridades analizan las imágenes captadas por cámaras de seguridad de la zona para identificar al conductor de la motocicleta, quien sería el segundo implicado directo en el atentado.
Estado de salud y atención médica
Tras el ataque, Miguel Uribe Turbay fue trasladado de inmediato bajo un fuerte dispositivo de seguridad a la Fundación Santa Fe de Bogotá, donde fue sometido a una intervención quirúrgica por heridas en la zona occipital de la cabeza y en la rodilla izquierda. Su estado es delicado, pero estable, según los primeros reportes médicos.
Este atentado ha generado una ola de preocupación en el ámbito político y ciudadano, especialmente por la vulnerabilidad en actos públicos y la participación de menores en crímenes de sicariato, una problemática que crece en varias ciudades del país.
La investigación sigue en curso, y las autoridades esperan que los nombres ofrecidos por el capturado ayuden a desmantelar cualquier red detrás del ataque.
