El cardenal Robert Francis Prevost, ahora Papa León XIV, se convierte en el primer pontífice originario de Estados Unidos, marcando un hito histórico en la Iglesia católica.
PUBLICIDAD
De carácter afable, moderado y reservado, León XIV ha sido una de las figuras de mayor confianza del difunto papa Francisco, quien lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.

Un misionero agustino con profundas raíces en América Latina
Miembro de la Orden de San Agustín, Prevost dedicó gran parte de su vida pastoral a Latinoamérica, especialmente en Perú, donde desarrolló una intensa labor misionera en zonas como Chulucanas, Trujillo, Iquitos y Apurímac.
En 2014, fue designado obispo de Chiclayo por el papa Francisco y en 2018 asumió un rol clave en la Conferencia Episcopal Peruana.

Su experiencia en el continente le otorgó un profundo conocimiento de la realidad social, cultural y religiosa de América Latina, una región que hoy representa casi la mitad de los católicos del mundo.
León XIV, puente entre el ala reformista y conservadora del Vaticano
Su perfil moderado ha permitido a León XIV actuar como puente entre las facciones reformista y conservadora dentro de la Iglesia. Fue testigo directo de las tensiones entre el papa Francisco y sectores tradicionalistas, incluyendo la controvertida destitución del obispo Joseph Strickland en 2023.

Como prefecto del Dicasterio para los Obispos, Prevost tuvo una participación activa en la elección de prelados a nivel global, consolidando una red episcopal alineada con la visión pastoral de Francisco: una Iglesia cercana al pueblo, comprometida con la transparencia, y firme en la defensa de las víctimas de abusos.
PUBLICIDAD
Formación académica y liderazgo espiritual
Nacido en 1955 en Chicago, Prevost ingresó al noviciado agustino de Saint Louis, donde asumió sus votos en 1981. Más tarde se trasladó a Roma para estudiar Teología y Derecho Canónico, ordenándose sacerdote en 1982.

Desde entonces, su trayectoria combina liderazgo académico y pastoral, habiendo sido también prior del Capítulo Agustino en Chicago antes de asumir responsabilidades episcopales en América del Sur.
Un papado histórico desde el corazón de Occidente
La elección de León XIV representa un giro geopolítico y eclesiástico sin precedentes: por primera vez, el Vaticano es liderado por un papa estadounidense.
A sus 69 años, su elección se percibe como un intento de continuidad reformista tras el legado de Francisco, pero también como una apertura hacia una Iglesia global e inclusiva.

Un compromiso con la Iglesia transparente y cercana
A nivel doctrinal, el nuevo pontífice ha defendido consistentemente una visión de la Iglesia como comunidad que acompaña al pueblo, evitando modelos clericales autoritarios. Asimismo, ha sido un firme defensor de la transparencia institucional y del acompañamiento a las víctimas de abusos, una de las grandes crisis recientes del catolicismo.