El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, firmó el Decreto Ejecutivo 493, que establece un nuevo estado de excepción en varias provincias y cantones del país, con una duración de 60 días. Esta medida fue tomada tras el fin del último estado de excepción en 2024, con el objetivo de combatir la creciente presencia de grupos armados organizados en ciertas zonas.
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Las provincias afectadas por esta disposición son Guayas, Los Ríos, Manabí, Orellana, Santa Elena, El Oro y Sucumbíos, así como el Distrito Metropolitano de Quito, el cantón La Troncal en Cañar y Camilo Ponce Enríquez en Azuay. A partir de la firma del decreto, se implementarán varias restricciones para asegurar la seguridad pública.
Entre las medidas más destacadas, se incluye la suspensión del derecho a la inviolabilidad del domicilio y la correspondencia en estas áreas, lo que permite un control más directo por parte de las fuerzas de seguridad. Además, se implementará un toque de queda en 22 cantones, desde las 22:00 hasta las 05:00 horas, con la excepción de Quito.
El toque de queda se aplicará en los siguientes cantones:
- Azuay: Camilo Ponce Enríquez
- Cañar: La Troncal
- Guayas: Durán, Balao, y la parroquia Tenguel
- Los Ríos: Babahoyo, Buena Fe, Quevedo, Pueblo Viejo, Vinces, Valencia, Ventanas, Mocache, Urdaneta, Baba, Palenque, Quinsaloma, Montalvo
- Orellana: La Joya de los Sachas, Puerto Francisco de Orellana, Loreto
- Sucumbíos: Shushufindi, Lago Agrio
Durante el estado de excepción, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional estarán encargadas de la seguridad, con especial énfasis en la movilización y el control en las áreas con mayor riesgo de violencia. Aunque se suspende la inviolabilidad del domicilio y la correspondencia, no se restringe el derecho a la libertad de reunión. Sin embargo, el control de los centros carcelarios será temporalmente manejado por las Fuerzas Armadas, bajo estricta regulación.
El nuevo decreto es una respuesta a la persistente violencia en diversas regiones del país, que ha incluido enfrentamientos entre bandas criminales y una creciente inseguridad en zonas rurales y urbanas.