Miles de peces muertos aparecieron en las costas del golfo de México en el estado de Texas (EE.UU.) la pasada semana, generando un ambiente de desesperación y malestar. El acontecimiento generó un conjunto de teorías conspirativas en redes sociales, pero la razón responde a un problema real y que parece empeorar a medida que avanza el tiempo.
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Los miles de peces que chapoteaban en la orilla en busca de oxígeno, o que ya yacían muertos, es producto de la eutrofización. Esta se refiere al aporte en exceso de nutrientes inorgánicos (procedentes de actividades humanas), principalmente nitrógeno y fósforo en un ecosistema acuático provocando efectos adversos.
Este proceso comienza cuando el agua recibe un vertido de nutrientes como desecho agrícola o forestales, así acelerando el crecimiento de algas y otras plantas verdes que impiden que la luz del sol penetre hasta el fondo del ecosistema.
“A consecuencia de ello, la vegetación no puede realizar la fotosíntesis y muere, generando que otros microorganismos, como bacterias, se alimenten de la materia muerta, consumiendo el oxígeno que necesitaban peces y moluscos, y a la vez generar algas tóxicas y microorganismos patógenos”, señala el portal iagua.
¿Qué pasó con los peces?
Los cuerpos en putrefacción pertenecen al género brevootoria. Las autoridades del parque de Quintana Beach explicaron en sus redes sociales que cuando el agua supera los 21 grados centígrados se vuelve más difícil para estos peces el obtener oxígeno para sobrevivir.
Asimismo, destacaron que las condiciones recientes de cielos nublados, que bloquean la fotosíntesis del fitoplancton microscópico o las macroalgas, así como de mares en calma, crearon una “tormenta perfecta para agotar el oxígeno en la costa”.