El nombre del animalito era Roma y era la mascota mini pig de Mariela y su familia. Ella tomó la difícil decisión de darla en adopción porque ya no podía tenerla más a su lado.
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Facundo Medina adoptó y mató a Roma
Lamentablemente, el nuevo dueño le jugó una mentira: les dijo que la adoptaba para regalarla a sus dos hijas y así criarla como un miembro más de la familia, pero todo era un engaño, apenas llegó a su casa, la mató para hacer en un asado en la parrilla.
La historia comienza con Facundo Medina, quien la contactó a través del teléfono, le pasó fotos de la casa, de sus hijas, afirmando que quería adoptar al animalito para que fuese la mascota del hogar. Encantada con las pruebas que le llegaron, Mariela le dijo que sí y pasó a buscar a Roma en su casa, acorde a lo consignado por Clarín.
Días más tarde, se viralizó un mensaje de un hombre en un grupo de WhatsApp de mini pig, donde dice haber adoptado un chancho y se lo comió. Adicional a eso, enviaba fotos del animal para avisar que prepararan la parrilla y el agua caliente.
Puede afrontar hasta 1 año de prisión
Medina usó su cuenta de Instagram para compartir una foto con su nueva adquisición. “Con la chanchi”, tituló el selfie junto a Roma.
“Me dijo que quería tenerla como mascota, que tenía dos nenas, me mandó videos jugando con las hijas”, afirmó la dueña del animal.
Ante la consultas de medios locales, Medina señaló que lo estaban acusando injustamente: “Yo no tengo nada que ver. Es un error informático”.
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También dijo que un grupo de abogados expertos en delitos informáticos “está accionando en el caso en contra de todas las amenazas informáticas” que recibe constantemente, mientras negaba haber adoptado a Roma, a pesar de la foto juntos.
Actualmente ya fue denunciado y en redes sociales exigen justicia por la mascota. El hombre no tiene necesidades económicas pues vive en uno de los barrios más exclusivos de Escobar en Buenos Aires, Argentina.
“Me quiero matar. No lo puedo creer. Es muy cruel”
En un audio viral relata uno de los conocidos de Facundo: Me contó que recién llegó de llevar la chancha (a matar). Ya prendió el fuego. Qué guanaco, qué maldito. No lo hubiese agarrado. Lo hubiese dejado con la dueña. Pobrecita. Ahora la dueña está rompiendo los huevos que quiere la chanchita de vuelta”.
La reacción de la dueña original fue llamar al hombre para pedirle explicación por el animal, él le mintió: le dijo que no la podía tener más en su casa y que la regaló y luego dijo que Roma: “no estaba más en este plano”.
