Germán Fernando Cáceres del Salto fue la primera persona que denunció la desaparición de la abogada quiteña, María Belén Bernal, donde incluso rindió su versión el pasado 11 de septiembre de 2022. Estuvo retenido por ocho horas en Fiscalía, luego se reunió con su familia en los exteriores y se dio a la fuga en su motocicleta. Se desconoció su paradero por tres meses hasta el 30 de diciembre que fue localizado y capturado en Palomino, Colombia donde estaba trabajando de ‘bartender’. Su aspecto físico impactó a las redes sociales.
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La fotografía del rostro de Cáceres circuló en todas las redes sociales. También se notificó en alerta roja y azul de la Interpol donde el Ministerio del Interior ofreció una recompensa económica de 20 mil dólares por información valiosa.
La última vez que vimos a Cáceres, estaba con su barba afeitada, su cabello muy corto, y también en buen estado físico debido a que era instructor de la Escuela Superior de la Policía. Sus cejas pobladas siempre marcaron una mirada profunda y su singular nariz, rasgo que hizo que el turista lo descubriera en Colombia.
Luego de tres meses, el exteniente de la Policía cambió radicalmente su aspecto físico para pasar desapercibido. El sospechoso de haber matado a su esposa bajó de peso, perdió su buen estado físico, se dejó crecer la barba, incluyendo el bigote, cambió su corte de cabello donde estaba más abultado, peinado en el medio y rapado en los lados.
En tres meses logró cambiar su físico, pero lo que no consiguió fue cambiar su dialecto y eso fue lo que lo sentenció en Colombia. Cuando los clientes le daban propina él decía “Gracias ñaño”. Esta última palabra es muy usada en Ecuador y eso fue lo que puso en sospechas a los turistas que alertaron a las autoridades colombianas y se logró su captura.
Hoy, 3 de enero de 2023, en un día histórico para Ecuador, Germán, que fue entregado a la Policía ecuatoriana para que cumpla su prisión preventiva por el caso de femicidio de su esposa, tenía una mirada desorientada, además de su ropa: un calentador y una chompa rompe vientos y sus uñas sucias y sin cortar.
En redes sociales han indicado que al observar su expresión facial ‘da escalofríos’; solo por el hecho de imaginar cómo pudo acabar con la vida de una joven madre ecuatoriana que también era su esposa, y enterrar su cuerpo al cerro Casitagua. Su mirada es profunda, pero está perdida, además de que mira fijamente con ‘rabia’ a algún lugar mientras lo fotografía toda la prensa.