Este viernes fue asesinado mientras seguía dedicándose a la política, tras recibir varios disparos mientras daba un discurso en plena calle.
PUBLICIDAD
Te puede interesar: Muere el ex primer ministro de Japón Shinzo Abe tras ser tiroteado durante un acto de campaña en Nara
Fungió como primer ministro entre 2007 y 2008 y luego una vez más entre 2012 y 2020.
Sus dos períodos de gobierno estuvieron caracterizados por políticas tendientes a revitalizar la alicaída economía japonesa, una postura de línea dura en asuntos de política interior y exterior, y por unificar el apoyo de gobiernos para contrarrestar el creciente poder de China.
Estuvo encargado de supervisar la recuperación de Japón tras el devastador terremoto y tsunami en Tohuku, en 2011, que cobró las vidas de casi 20 mil personas y produjo el colapso de los reactores nucleares de Fukushima.
Puedes revisar: ¿Se pueden evitar los problemas cardíacos en la obesidad?
Uno de los momentos más populares fue cuando en la clausura de los Juegos de Río 2016, el primer ministro emergió de la famosa tubería verde del videojuego transformado en el popular Mario Bros para anunciar las próximas olimpiadas en Tokio 2020 en medio del campo de Maracaná.
En el vídeo que dio paso a la presentación, Mario Bros estuvo acompañado de Doraemon, el gato robot del siglo XXII creado para una serie de dibujos animados japonesa en los años 70, que fue nombrado embajador de Japón en 2008 porque el país considera que encarna algunos de sus valores fundamentales, como el respeto y la amistad, también valores olímpicos.
Su política económica tildada ‘Abenomics’, una distintiva estrategia fundamentada en expansión cuantitativa, estímulo fiscal y reformas estructurales, fue reconocida como un factor importante en la recuperación de la economía antes de los estragos de la pandemia de Covid-19.
PUBLICIDAD
En 2020, abandonó el cargo de primer ministro por motivos de salud, tras semanas de especulación, cuando se reveló que había sufrido un recaída de colitis ulcerosa. Esa enfermedad intestinal lo había obligado a renunciar durante su primer período como primer ministro en 2007.
Fue sucedido por Yoshihide Suga, un cercano aliado de su partido, pero continuó siendo una poderosa figura en la política japonesa después de su dimisión.