Rector de la PUCE dice que no serán albergue de los manifestantes que lleguen a Quito tras pedido de Leonidas Iza

Fernando Ponce León, rector de la Pontificia Universidad Católica (PUCE) informó que no serán albergue de los manifestantes que lleguen a Quito, en respuesta al pedido del presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Leonidas Iza. El líder social solicitó ayer a las universidades públicas en Quito a que abran sus puertas para que los indígenas puedan descansar allí.

“El consejo superior, que es el máximo organismo de la universidad, resolvió que no podemos acoger a las comunidades indígenas; las condiciones son distintas (a las de 2019). Hoy preferimos evitar una crisis humanitaria no actuar cuando se está produciendo”, resaltó Ponce León.

Universidad Salesiana emitirá resolución en la tarde

De su lado, María Sol Villagómez, vicerrectora de la Universidad Salesiana, sobre albergar a manifestantes dijo que eso es una resolución que tomarán las autoridades en reunión en consejo la cual se efectuará esta tarde. “La línea de la Universidad Salesiana es contribuir al diálogo entre ambas partes”, dijo.

Desabastecimiento

Por su parte, Carlos Loaiza, presidente de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), dijo que en los próximos días podría vivir un desabastecimiento de alimentos por el paro con el que se ha bloqueado acceso a las carreteras.

“En la medida que esto se resuelva evitaremos desabastecimiento en todo el país”, añadió.

Las tres partes reunidas esta mañana establecieron una serie de condiciones para que se lleve a cabo el diálogo entre el Gobierno y los manifestantes.

• Solicitar a la a la Cruz Roja y las Naciones Unidas que busquen espacios de acogida a fin de evitar enfrentamientos entre ciudadanos.
• Que se permita el ingreso de uno de los representantes de las comunidades indígenas para el inicio del diálogo, ofreciéndoles las condiciones de seguridad.
• Poner a disposición del Gobierno un espacio en la Pontificia Universidad Católica se lleve el diálogo urgente.
• Invitar a la sociedad civil para que contribuya con su apoyo en los espacios de acogida con insumos médicos y alimentos.