El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) emitió una alerta ante los altercados entre jóvenes infractores del Centro Virgilio Guerrero, situado en el norte de Quito ocurrido este martes.
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Por ello, al sitio acudieron agentes de la Unidad Nacional de Investigación y Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (UNIPEN), de la Policía Nacional, para realizar una revisión.
“Se mantiene el control del Centro y las acciones correspondientes ante estos hechos”, escribió el SNAI en su cuenta de Twitter.
Fuerzas de seguridad y agentes penitenciarios han intervenido en los últimos meses en varias prisiones del país para requisar armas y sustancias ilícitas a los reclusos, en medio de una crisis carcelaria que se han cobrado más de 400 presos muertos en los dos últimos años en motines y enfrentamientos entre bandas.
Estas bandas se disputan el control de las prisiones y tienen ramificaciones fuera de ellas, con vínculos con el narcotráfico, según las autoridades ecuatorianas.
En lo que va de 2022 se han registrado dos grandes matanzas, una en abril, que dejó 20 muertos en la cárcel de Cuenca, y la última este mes, que terminó con 44 fallecidos en un baño de sangre en la prisión de Santo Domingo de los Tsáchilas, a unos 150 kilómetros al oeste de Quito.
Tras las últimas reyertas, el SNAI ha trasladado a decenas de presos, entre ellos cabecillas presuntamente involucrados en las matanzas, a diferentes prisiones del país.
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El Ejecutivo de Ecuador ha emprendido un proceso para contratar a 1.400 nuevos guardias penitenciarios y un programa para indultar a 5.000 presos condenados por sentencias menores, y ha establecido una Comisión de Pacificación para fortalecer el sistema penitenciario.
Con datos de EFE