La invasión de Rusia a Ucrania que comenzó desde el pasado 24 de febrero de 2022 ya ha provocado mucho dolor en la población, entre la pérdida de hogares, familias separadas y las víctimas mortales.
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Las guerras no dejan nada bueno más que dolor y muerte; cicatrices imborrables de las destrucción y el horror de ver un mundo colapsar.
A pesar de las restricciones y el sesgo que existe en los medios de comunicación, las redes sociales han sido un canal abierto para conocer las desgarradoras historias de quienes viven la guerra en primera persona.
Anastasiia Yalanskaya una ucraniana que insistió en quedarse en la ciudad de Bucha, a 30 kilómetros de Kiev, para cuidar de los perros que estaban en un refugio, terminó siendo una de las víctimas mortales de las tropas rusas.
Familiares y amigos de la joven de 26 años lograron huir de la ciudad pero ella decidió quedarse. Estaba entregando comida a un refugio para perros cuando fue asesinada a tiros junto a dos hombres con los que había sido voluntaria.
De acuerdo con los testimonios, su auto fue atacado deliberadamente a corta distancia por las tropas rusas. Y mientras que no se ha confirmado el motivo del ataque, sus amigos creen que las tropas rusas están matando cada vez más civiles al azar como una forma de asustar a la población para así someterla.
“Le pedí que fuera más cautelosa. Que hoy en día, un error cuesta muchísimo”, dijo su esposo Yevhen Yalanskyi, según reportó Ashleigh Stewart, periodista del Global News. “Pero ella estaba ayudando a todos alrededor. Le pedí que pensara en la evacuación, pero no escuchó”.
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“Ella fue uno de los mejores seres humanos que conocí. Ella se comprometió a ayudar, a ayudar a sus amigos y familiares y a quien necesitara ayuda”, dijo su esposo.
Anastasiia era amante de los animales y había estado documentando su apoyo humanitario en las redes sociales mientras ayudaba valientemente a otros en la línea del frente.
Yalanskaya tenía planes para seguir ayudando a pesar del cansancio que sentía. “Estoy cansada. Tercer día en el auto...No pude llegar a Irpin. Volaron el puente donde fui ayer. Mañana intentaremos entrar por otro lado”, escribió en una publicación.
Su última publicación en Instagram fue compartida tan sólo unas horas antes de su muerte y la mostraba sentada en el asiento trasero de un automóvil sonriendo con bolsas de comida para perros a su lado.
Los perros no habían sido alimentados durante tres días por lo que Yalanskaya hizo todo lo posible para ayudar al refugio.
De acuerdo con su perfil de Facebook, trabajó en DataRobot, una empresa de desarrollo de software de IA. Se graduó de la Universidad Pedagógica Nacional Drahomanov.
Sus amigos y colegas han invadido las redes sociales exigiendo justicia por ella y todas las víctimas.
“Mi colega, Anastasiia Yalanskaya, murió ayer. Nastya fue asesinada a tiros por las tropas rusas mientras conducía en Bucha. No fue un disparo accidental, el auto civil recibió un disparo a quemarropa, con él iban otras 2 personas, que también fallecieron. #StandWithUkraine️”, escribió Oleksandra Matviichuk.
El 27 de febrero, Anastasiia les dijo a sus seguidores que estaba durmiendo en un estacionamiento subterráneo para evitar bombas. Ella nunca dejó de compartir su experiencia en medio del conflicto e incluso, el 1 de marzo, relató cómo ayudó a una guardería con 40 niños que se había quedado sin artículos básicos como como comida y pañales.
A lo largo de los días, refugios de animales han reportado escacez de alimentos y muchos voluntarios han buscado formas de mantenerlos a salvo.
Mientras tantos, los hospitales también reportan afecciones importantes como falta de medicamos y la imposibilidad de trasladar a lugares seguros a pacientes en estado crítico.