El Gobierno de Ecuador anunció ayer que el retorno a la educación presencial en todo el país está previsto desde el 14 de marzo de 2022, tras dos años de medidas de restricción aplicadas por la pandemia de COVID-19.
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Esta decisión se dio luego que el Ministerio de Salud Pública presentara el informe de la situación epidemiológica y el registro de casos de coronavirus en el país, en donde se evidenció una reducción de la tasa de incidencia, positividad y velocidad de contagio y se eliminó el sistema de semaforización sanitaria.
Para el régimen Costa-Galápagos, el Ministerio de Educación continuará con la aprobación de nuevos Planes Institucionales de Continuidad Educativa (PICE). Hasta finalizar el año lectivo 2021-2022 la asistencia presencial de estudiantes se llevará a cabo de forma voluntaria con aforo máximo de 2.25m2 por persona en todos los grados y cursos, de todos los sostenimientos.
Los planteles educativos podrán dividir a los estudiantes por grupos u horarios diferenciados. Cuando un grado o curso haya superado el 85% de sus estudiantes vacunados con dos dosis, la institución educativa podrá, en acuerdo con las familias, tener asistencia presencial de todos los estudiantes en ese grado o curso.
Mientras que, para el régimen Sierra-Amazonía, también continuará la aprobación de nuevos PICE hasta febrero de 2022. Los estudiantes de todos los niveles educativos de todos los sostenimientos, asistirán de manera presencial respetando el uso de la mascarilla, lavado y desinfección de manos.
Solamente los estudiantes de Educación Inicial, Básica Elemental y Básica Media de zonas urbanas, asistirán voluntariamente a la presencialidad en aforos máximos de 2.25m2 por persona hasta el viernes 11 de marzo. A partir del lunes 14 de marzo todas las instituciones se acogerán a la asistencia 100% presencial.
El Ministerio de Educación determinará cuando sea pertinente implementar planes de contingencia en instituciones educativas seleccionadas.
Estos planes se definen como estrategias innovadoras para garantizar la continuidad del servicio educativo para estudiantes que están matriculados en instituciones educativas que, por deterioro de la infraestructura o una asignación superior al aforo máximo de estudiantes por aula (sobre aforo), no pueden retornar en jornadas completas a la presencialidad; de esta manera, se asegura la integridad física de estudiantes y docentes, su salud y la calidad educativa.