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Jesse León: “La cirugía sana por dentro, porque la confianza también se opera”

Loposucciones y rinoplastias, los procedimientos que más se practican en Ecuador.

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La cirugía estética, vista desde esta perspectiva, se convierte en una herramienta de empoderamiento y autoconfianza. (Saksaganskaya 380937711043)

En Ecuador, la búsqueda de la armonía corporal ha mantenido los procedimientos estéticos en una tendencia constante. Mientras que datos globales como el informe de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS) 2024, señalan que a nivel mundial se realizaron más de 35 millones de procedimientos estéticos, en nuestro país, la demanda sigue siendo significativa, con tendencias marcadas en liposucciones y rinoplastias.

Sin embargo, en este contexto de alta influencia de la imagen, la cirugía estética está comenzando a ocupar un nuevo y profundo significado: el de una experiencia de sanación emocional y reconstrucción personal.

Así lo asegura el Dr. Jesse León, cirujano plástico, quien propone una visión renovada y necesaria sobre su especialidad. Para él, los procedimientos no solo cambian un reflejo, sino que ofrecen una vía para reconciliarse con la propia historia y la autoestima.

El abordaje correcto: La estabilidad es prioridad

El Dr. León enfatiza que esta transformación no se inicia ni se concluye en la sala de operaciones. Representa, en muchos casos, el cierre de dolorosos ciclos de inseguridad, ansiedad e insatisfacción corporal.


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Dr. Jesse León.

Para que el proceso sea exitoso y ético, el cirujano es enfático en dos puntos clave: el paciente debe estar psicológicamente estable, y una evaluación profunda muestra que no todos los pacientes necesitan cirugía.

La transformación representa para muchos modificar una parte del cuerpo que ha sido motivo de malestar durante años, siendo en realidad un acto de reconciliación con su propia historia.

Estudios recientes respaldan esta visión centrada en el bienestar. Según el informe global 2024 de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS), además de los millones de procedimientos realizados, el 87% de los pacientes reportó un aumento en su seguridad y satisfacción personal después de la intervención.

La cirugía estética, vista desde esta perspectiva, se convierte en una poderosa herramienta de empoderamiento y autoconfianza.

Sanar como comunidad

Para el especialista, el bienestar generado por la autoafirmación tiene un impacto colectivo. En una época donde las redes sociales y los estándares de belleza generan tanta presión, cada transformación es una historia de autoafirmación.

“El bienestar no es individual: se comparte y se contagia”, comenta el especialista.

Las cirugías más comunes entre jóvenes adultos (20 a 35 años) son rinoplastias, liposucciones y aumento de senos; en adultos mayores, destacan los procedimientos de rejuvenecimiento facial y párpados. Un caso especial lo constituyen los pacientes post-bariátricos, quienes recurren a la cirugía reconstructiva como un cierre simbólico y físico de su compleja transformación personal.

La cirugía estética no es un acto de vanidad, sino una decisión íntima, consciente y valiente. Es el comienzo de una historia donde el bienestar, la armonía y la confianza son los verdaderos protagonistas.

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