Estilo de Vida

“Descubrí que mi esposa me engañó tres veces, pero no puedo odiarla”: el testimonio que un hombre conmovió a miles

Un hombre contó a El Tiempo cómo enfrentó tres infidelidades de su esposa y aprendió a sobrellevar el dolor sin rencor. Su testimonio conmovió a miles.

“Descubrí que mi esposa me engañó tres veces, pero no puedo odiarla”: el testimonio que un hombre conmovió a miles
“Descubrí que mi esposa me engañó tres veces, pero no puedo odiarla”: el testimonio que un hombre conmovió a miles . Imagen referencial

Un mensaje en el celular cambió para siempre la vida de un hombre que, después de quince años de relación, descubrió que la mujer con la que compartía su vida lo había engañado. Su historia, publicada en el diario El Tiempo de Colombia, ha conmovido a miles de lectores por su tono honesto, vulnerable y profundamente humano.

La historia de un amor que se desgastó

Viví quince años con la misma mujer. Ocho de ellos, casado. Dejé mi país, mis amigos, mi idioma. Quería ofrecerle algo mejor”, comienza su relato.

Durante los primeros años, todo parecía funcionar. Él trabajaba sin descanso, ahorraba cada centavo y soñaba con construir una vida en pareja. Pero un día, antes de salir al trabajo, una notificación en el celular de su esposa despertó una sospecha que lo cambiaría todo:

“Hola, cariño”.

Ese breve mensaje, cuenta, “le perforó el pecho”. Aunque su esposa aseguró que era “solo un amigo”, algo se quebró. La confianza se volvió, en sus palabras, “un animal asustado que no volvió a acercarse”.


Con los años, compraron una casa y tuvieron una hija. Pero una enfermedad degenerativa comenzó a limitarlo físicamente. “Ella me acompañó al principio —dice—, pero con el tiempo se fue cansando de mi dolor, de mis quejas, de mi lentitud”.

Entonces volvió a pasar. Otro mensaje. Otro “amigo”. Y otra vez, el perdón. “Por miedo. Por amor. Por nuestra hija”.

Tres hombres, tres mentiras

Hace pocas semanas, todo terminó de romperse. El hombre notó que su esposa borraba mensajes con frecuencia. Bromeó sobre separarse… y la vida le respondió con una ironía cruel: ella ya lo había hecho.

Era su jefe. Casado, con hijos. “Cuando la enfrenté, lloró. Luego me culpó. Y, finalmente, confesó lo que me faltaba saber: que el primero, aquel de hace años, también había pasado de los mensajes a los besos”, escribió.

Tres hombres. Tres mentiras. Y yo, todavía amándola.

Ahora, mientras preparan el divorcio, viven bajo el mismo techo por su hija. Ella le dijo que ya no lo ama. Él, en cambio, confiesa que aún no puede odiarla.

Amar incluso después del dolor

“Lo que más me duele no es su traición —dice—, sino darme cuenta de que no puedo odiarla. No quiero destruirla, aunque me haya destruido. No quiero hablarle mal a mi hija de su madre. No quiero convertirme en un hombre amargo.”

Con esa frase, su testimonio se convirtió en un símbolo de algo poco escuchado: el duelo emocional masculino. Miles de lectores en redes destacaron su capacidad de narrar la pérdida sin rencor, y su intento por encontrar calma después de la traición.

“Dicen que el tiempo lo cura todo”, concluye el texto. “Yo solo espero que, algún día, pueda volver a respirar sin que duela tanto.”

✍️ Una historia que refleja un fenómeno silencioso

Expertos en salud emocional señalan que los hombres suelen vivir el desamor en silencio, muchas veces sin buscar ayuda profesional ni apoyo emocional.El relato publicado por El Tiempo se ha convertido en un eco de vulnerabilidad y resiliencia, recordando que el amor no siempre termina con odio, sino con aprendizaje.

Tags

Lo Último