Si usted siente un dolor de cabeza pulsátil, ve una especie de ‘lucecitas’ y escucha zumbidos podría estar atravesando un cuadro de hipertensión.
La hipertensión arterial (HTA) es conocida en el ámbito médico como el “asesino silencioso”. En Ecuador, donde se estima que entre el 20% y 30% de los adultos padece esta condición, miles de personas caminan sin saber que sus vasos sanguíneos están bajo presión constante.
El problema es crítico, debido a que la hipertensión es la quinta causa de muerte en el país, y sus síntomas, cuando aparecen, son a menudo ignorados o atribuidos al estrés diario.
Para alertar a la población sobre la necesidad de la detección temprana, conversamos con el Dr. Kelvin Macías, médico de la Fundación L’chaim, quien destaca la importancia de identificar las señales que pueden anunciar un cuadro de hipertensión.
El Dr. Macías resalta que el mayor riesgo de la hipertensión radica en su cronicidad y su falta de síntomas tempranos.
“Es una enfermedad catalogada como silenciosa, es decir que durante los primeros 10-15 años de enfermedad puede pasar inadvertida. Tu cuerpo va a tratar de compensar los niveles de presión elevada, y como lo va a tratar de compensar, los niveles no van a ser tan altos para llegar a dar un síntoma llamativo”, comparte.
Sin embargo, cuando la presión supera ciertos rangos, el cuerpo comienza a emitir señales que no deben ser desestimadas. Estas alertas se dividen en síntomas inespecíficos y los altamente indicativos de HTA.
Los tres síntomas indicarían que está atravesando un cuadro de hipertensión
El Dr. Macías destaca tres síntomas que suelen estar directamente ligados a niveles altos de presión arterial y deben llevar al paciente a tomarse la tensión de inmediato:
- Dolor de cabeza pulsátil: Es un dolor de cabeza característico que se siente con pulsaciones o latidos en la cabeza. Este tipo de cefalea es una señal fuerte de que la presión puede estar elevada.
- Fotopsias: Consiste en ver estrellas, brillos, o manchas oculares (“ver lucecitas”) sin que haya una fuente de luz externa. Es una sensación pulsátil dentro del ojo, producto del aumento de presión en los pequeños vasos sanguíneos.
- Tinnitus: La aparición de zumbidos o pitidos persistentes en los oídos. Este trastorno auditivo puede indicar que la presión arterial está afectando el sistema circulatorio interno.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Ministerio de Salud Pública (MSP) han alertado que casi la mitad de los hipertensos (cerca del 46%) no están diagnosticados. De los que sí lo están, se estima que solo uno de cada cinco lleva un control adecuado.
Ante la problemática, el Dr. Macías insiste en que el mensaje más importante no es esperar a tener estos tres síntomas.
“Si usted tiene más de 40 años, antecedentes familiares de hipertensión, es fumador, o tiene sobrepeso, debe medirse la presión una vez al mes como parte de su rutina de autocuidado. El daño de la hipertensión es acumulativo e irreversible; la prevención es la única cura para sus complicaciones”.
El abordaje holístico: ir más allá de la píldora
El Dr. Macías explica que, en la Fundación L’chaim, el tratamiento de la hipertensión va más allá de la simple prescripción de medicamentos. Adoptan un enfoque holístico que ve al paciente como un todo interconectado.
“La hipertensión es el resultado de un estilo de vida, de estrés crónico, de dietas inadecuadas y de factores emocionales no gestionados. Tratar solo con fármacos es abordar la consecuencia y no la raíz”, afirma el especialista.
Este enfoque se basa en tres pilares fundamentales que buscan la autogestión y el bienestar integral. Inicialmente, se enfoca en el monitoreo riguroso para asegurar que el paciente alcance y mantenga cifras de presión arterial óptimas con la medicación necesaria.
Paralelamente, se trabaja intensamente en la educación nutricional y el estilo de vida, que incluye la reducción de sodio, la implementación de la dieta DASH (Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión) y la integración de actividad física regular. El Dr. Macías enfatiza la importancia de estos cambios:
“El ejercicio y la dieta son nuestros fármacos más potentes, y sin ellos, la medicación tiene un efecto limitado a largo plazo”, señala.
El tercer pilar es la gestión del estrés y el bienestar emocional, reconociendo que el estrés es un factor detonante clave de la HTA. La Fundación promueve el manejo del estrés a través de técnicas de relajación y apoyo psicológico, si es necesario.
“Una mente agitada se traduce en un corazón sobreexigido. Reducir el estrés no es una opción, es una parte vital del tratamiento antihipertensivo”, dice el médico.
Finalmente, el mensaje es claro y urgente: la hipertensión es una enfermedad que se puede controlar, pero requiere conciencia y acción inmediata.
No espere a sentir un dolor pulsátil o a ver “lucecitas” para reaccionar. La vida moderna exige parar y escuchar al cuerpo, priorizando la medición regular de la presión arterial y adoptando el enfoque holístico de la prevención.
Recuerde, medir su presión es un acto de amor propio y la mejor herramienta contra el ‘asesino silencioso’.

