La pandemia de 2020 obligó a miles de profesionales a replantearse sus carreras, y en Ecuador, este contexto se convirtió en el motor de una nueva ola de emprendimiento femenino.
Cecilia, creadora de Caffe Dolce Cake Lovers, es un ejemplo palpable de esta transformación. Actualmente ella comparte su formación como ingeniera civil con la repostería, su verdadera pasión.
Cecilia es un testimonio de cómo la crisis puede generar oportunidades, un principio fundamental de la Economía Violeta, que busca el desarrollo económico con perspectiva de género.
El emprendimiento de Caffe Dolce Cake Lovers nació, como muchos otros, en medio del encierro obligatorio.
“Dicen que los grandes proyectos nacen en los momentos más difíciles, y CaffeDolceCakeLovers es prueba de ello. Durante la pandemia, cuando todo se detuvo y hasta la construcción —mi campo profesional como ingeniera civil— quedó paralizada, sentí la necesidad de mantenerme activa. Siempre he sido una persona que busca transformar las circunstancias en oportunidades", comparte.
Lo que comenzó como una actividad para el hogar se transformó rápidamente en un modelo de negocio con visión de crecimiento. El rigor y la precisión aprendidos en la ingeniería civil se tradujeron en la calidad y el detalle de sus creaciones.
“Fue entonces cuando, entre noticias tristes y días inciertos, decidí enfocarme en algo que me devolviera la alegría: la repostería. Así nació CaffeDolceCakeLovers, con un propósito muy claro: ofrecer una alternativa para que las personas pudieran seguir celebrando sus momentos especiales, aun cuando todo estaba cerrado”, comparte Cecilia.
Cuenta que empezó a preparar pasteles personalizados para cumpleaños y ocasiones especiales, y poco a poco, este proyecto se transformó en una parte esencial de mi vida.
Hoy, Caffe Dolce Cake Lovers se ha consolidado como la principal fuente de ingresos de Cecilia, demostrando la capacidad de adaptación y el liderazgo de la mujer en la economía. Pero el impacto del negocio va más allá de lo financiero:
Cecilia, creadora de Caffe Dolce, comparte que aunque su profesión siempre ha sido la ingeniería civil, su hobby —la pastelería— se ha convertido en una segunda fuente de ingresos importante.
“Hoy, cada semana tengo pedidos nuevos y recurrentes que me permiten no solo seguir creciendo, sino también generar movimiento económico a mi alrededor”.
Para ella es gratificante saber que cada pastel que elabora impulsa a otros emprendimientos como proveedores, creadores de toppers, quienes distribuyen los insumos, los materiales y todo lo que hace posible que una idea dulce se vuelva realidad.
De alguna manera, este camino también ayuda a que más personas generen sus propios ingresos, creando una red de apoyo mutuo entre pequeños negocios.
La historia de Cecilia resalta que el emprendimiento femenino, a menudo impulsado por la necesidad o la flexibilidad de horarios para conciliar la vida laboral y familiar, se convierte en un pilar para la autonomía económica y la transformación social.
Al igual que muchas mujeres que lideran la Economía Violeta, Cecilia está demostrando que las habilidades y la pasión pueden reorientar una vida profesional, creando oportunidades donde antes solo había incertidumbre.
Para seguir la dulce inspiración
Si deseas conocer más sobre las creaciones de Caffe Dolce Cake Lovers y apoyar el emprendimiento de Cecilia, puedes seguir su trabajo en redes sociales @CaffeDolceCakeLovers