Sofía, de 50 años, padecía de problemas digestivos crónicos, como distensión abdominal y dolor constante, a pesar de seguir una dieta rigurosa. Después de pasar por un diagnóstico neurofocal, descubrió una infección silenciosa en la raíz de un premolar. Esta infección, o foco infeccioso dental, estaba conectada al meridiano del intestino grueso.
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La infección estaba enviando señales de estrés al sistema digestivo, impidiendo su correcto funcionamiento. Tras un tratamiento de limpieza y desinfección profunda del área, los síntomas de Sofía comenzaron a mejorar significativamente. Hoy, sus problemas intestinales son una cosa del pasado, y ha recuperado la calidad de vida que había perdido.
Para entender el sistema neurofocal, hemos conversado con el Dr. Andrés Orces, especialista de la Fundación L’Chaim ubicada en Guayaquil, quien nos ha revelado cómo la salud dental está intrínsecamente ligada a la de todo nuestro cuerpo.
Orces explica que la terapia neurofocal es una rama de la medicina que estudia la relación entre los dientes y las enfermedades sistémicas. No se trata de una odontología convencional.
La ciencia detrás de este enfoque es que los dientes, al igual que cualquier otro órgano, están conectados a los sistemas nerviosos y energéticos. Cada pieza dental es un punto focal que puede reflejar, y a la vez, influir en la salud de órganos específicos.
“El cuerpo es un todo interconectado, no una serie de partes aisladas”, afirma el Dr. Orces. “Si un diente está enfermo, por ejemplo, debido a una infección, una mala obturación o incluso una amalgama, el foco de toxicidad que se genera puede actuar como una antena que desequilibra el campo electromagnético del cuerpo y afecta a un órgano distante.”

La conexión diente-órgano: ¿Cómo Nacen las enfermedades en los dientes?
La premisa central de este sistema es que las enfermedades pueden originarse en la cavidad bucal.
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Esta conexión se da a través de las vías nerviosas y los meridianos de acupuntura, que recorren todo el cuerpo. Por ello, cada diente está asociado a un órgano o sistema del cuerpo.
Por ejemplo, una muela del juicio podría estar relacionada con el corazón o el intestino delgado, mientras que un incisivo podría tener vínculos con los riñones o la vejiga.
El Dr. Orces detalla cómo un problema dental, como una infección crónica no diagnosticada en la raíz o una restauración inadecuada, puede crear un campo de interferencia.
Este campo es un foco de irritación constante que envía señales eléctricas anormales a través de las vías nerviosas, debilitando o sobrecargando el órgano asociado. Con el tiempo, esta sobrecarga puede manifestarse como una enfermedad sistémica, como dolores de cabeza crónicos, problemas digestivos, o incluso enfermedades autoinmunes.
La buena noticia es que sí hay esperanza para los pacientes que han sufrido durante años de dolencias inexplicables, como fibromialgia, fatiga crónica o migrañas, han encontrado alivio al abordar la raíz del problema: sus dientes. La clínica no solo se enfoca en la sanación dental, sino en la regeneración total del cuerpo.
Los tratamientos que van desde la desintoxicación bucal, la eliminación segura de amalgamas de mercurio hasta la reconstrucción dental biológica. El objetivo es restaurar el equilibrio del sistema neurofocal, permitiendo que el cuerpo se cure a sí mismo.
“Ver a un paciente que ha peregrinado de médico en médico sin encontrar una solución y que, al sanar su boca, recupera su salud es la mayor satisfacción. El sistema neurofocal no es magia, es una ciencia que reconoce la profunda interconexión de nuestro ser”, explica el especialista.
El sistema neurofocal invita a mirar la salud de una manera más integral. No se trata solo de cepillarse los dientes, sino de entender que nuestra boca puede ser la puerta a la enfermedad o, por el contrario, el camino hacia la sanación total.