En Ecuador las cifras de diabetes e hipertensión escalan sin control, una silenciosa amenaza se cierne sobre la salud visual de millones de ecuatorianos.
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Con un panorama de salud cada vez más preocupante, la óptica Lens Master ha decidido tomar cartas en el asunto, lanzando una campaña de concientización para advertir sobre el riesgo de ceguera que conllevan estas enfermedades. Para entender la magnitud del problema y la propuesta de la empresa, conversamos con Javier Durán, vocero de Lens Master.
Las estadísticas son contundentes y, según Durán, superan lo que la gente imagina. “Actualmente en Ecuador, según datos del Ministerio de Salud de 2018, hay 727,000 personas diagnosticadas con diabetes”, explica Durán, pero aclara que la cifra real podría ser mucho mayor. “Es un número que podría multiplicarse por dos o tres. Podríamos tener un millón y medio o dos millones de personas con diabetes en el país”, explica.
La situación con la hipertensión es aún más alarmante. Los estudios de 2023 revelan que hay 3.4 millones de personas con hipertensión, y Durán estima que ese número ya podría haber superado los cuatro millones. Estas cifras demuestran que una parte considerable de la población vive con enfermedades que, de no ser tratadas, pueden tener consecuencias devastadoras.
La conexión letal: diabetes, hipertensión y la ceguera
Durán destaca que la conexión entre estas enfermedades y la ceguera no es un mito, sino una realidad clínica. Ambas patologías, a menudo llamadas “sistémicas” porque afectan a todo el organismo, pueden causar daños severos en la retina.
“Es muy similar la patología”, señala. “Los vasos sanguíneos empiezan a romperse y a formar nuevos vasos que no son adecuados”. Esto lleva a lo que se conoce como retinopatía diabética o hipertensiva. Si la retina, la parte del ojo que capta la información visual y la envía al cerebro, se ve afectada, la visión se deteriora. El paciente puede experimentar sangrado ocular, pérdida de visión periférica, e incluso desarrollar otras afecciones como glaucoma o cataratas.
Durán subraya que la diabetes es la causa número uno de ceguera a nivel mundial. En el caso de la hipertensión, la pérdida total de la vista es menos común, no porque no sea posible, sino porque, según explica Durán, “lamentablemente el paciente hipertenso no llega a perder la vista total porque fallece antes, por un infarto o un derrame”. Esto resalta la gravedad de ambas condiciones y la necesidad de un control médico constante.
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Más allá de la medida: La propuesta de Lens Master
Con el objetivo de fomentar la prevención, Lens Master ha implementado un enfoque integral. Más allá de simplemente vender lentes, la empresa busca ser un aliado en la salud visual de sus clientes. Por ello, en sus dos sucursales en Guayaquil, ofrecen la toma de glucosa y presión arterial a los pacientes que acuden a hacerse un examen visual.
“Si un paciente tiene el azúcar o la presión elevada, no le elaboramos el lente”, explica Javier Durán. “Lo enviamos a su médico para que se trate y regule sus niveles, y una vez estables, regresan y les hacemos el lente”. Este protocolo se basa en que las variaciones de glucosa y presión arterial pueden alterar la forma del cristalino, arruinando la precisión de la medida del lente y, por lo tanto, su funcionalidad.
La filosofía de la empresa es clara: brindar salud visual, no solo vender un producto. Por eso, Javier enfatiza que si en el examen se detecta una patología que no puede ser corregida con lentes, el paciente es referido a un oftalmólogo, demostrando un compromiso ético que prioriza la salud por encima de la venta.
No caiga en la trampa del “examen gratis”
En un mercado tan comercial como el de Guayaquil, Javier Durán advierte sobre la desinformación, especialmente en torno a las ofertas de “exámenes gratis”. “Nosotros no nos ofrecemos como un examen gratis”, aclara.
“Nuestro examen es de cortesía por la compra del lente, ya que invertimos en equipos y tecnología para garantizar un servicio de calidad”. Un examen sin costo, a menudo, no cuenta con los equipos o el profesional calificado para asegurar un diagnóstico preciso.
Finalmente, invita a la población a tomar conciencia y a realizarse un chequeo anual con su optómetra o médico de confianza. “El 80% de la información que recibimos día a día es por medio de nuestros ojos. Si perdemos esta habilidad, podemos dejar de hacer nuestras actividades cotidianas con normalidad”, concluye, dejando un mensaje claro y directo: la salud visual no es un juego, es una prioridad.