La sensación de nostalgia por un amor del pasado es un fenómeno común que va más allá de todavía estar estancado en esa relación o no haberlo superado. Expertos en psicología sostienen que este sentimiento tiene bases científicas, pues dentro de nosotros hay complejos procesos mentales y emocionales.
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Esto simplemente es un recordatorio de la intensidad emocional y la conexión profunda que se experimentó, marcando un capítulo significativo en el desarrollo de cada individuo.
¿Por qué sientes nostalgia por un amor del pasado según expertos?
Según estudios de la Asociación Americana de Psicología, la nostalgia por un amor está intrínsecamente ligada a la liberación de hormonas y neurotransmisores que se desencadenan durante las primeras etapas de una relación romántica.
Enamorarse conlleva una avalancha de emociones intensas y novedosas, impulsadas por la liberación de dopamina, oxitocina y serotonina en el cerebro. Estos compuestos químicos son responsables de generar placer, recompensa y apego emocional, creando una sensación de unión profunda y memorias imborrables.
De hecho, en Journal of Neuroscience se reseñó que estos procesos bioquímicos contribuyen a que los recuerdos perduren en nuestras mentes de forma duradera y significativa.
Asimismo, el exceso de nostalgia por una relación puede surgir debido a la falta de cierre emocional, por las razones que fueran. La juventud, la falta de madurez emocional o circunstancias externas pueden impedir que se procese completamente una ruptura, dejando una sensación de “inconclusión” que perdura en el tiempo.
La nostalgia por un amor del pasado no solo remite a la relación en sí, sino también a las emociones, circunstancias y sensaciones vividas en ese momento único de la vida, lo que nos puede llevar incluso a anhelar la versión de nosotros mismos en ese contexto: más jóvenes, libres, atrevidos, inocentes y apasionados.
No obstante, aunque puede ser normal, es importante mantenerla a raya viviendo el presente, recordando los motivos por los que se acabó ese romance y ponerle límite a los pensamientos obsesivos.