Los lentes de lectura son una herramienta que utilizan millones de personas alrededor del mundo, y por esta razón, ellos tienden a ensuciarse mucho. Limpiarlos puede parecer toda una hazaña, ya que por quitarle las manchas podemos terminar rayando el cristal y empeorando mucho más la situación.
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Sin embargo, eliminar la suciedad de nuestros lentes no debe terminar en catástrofe y es por esto que hoy te traemos un sencillo instructivo de cómo debes limpiar los lentes para leer y no fracasar en el intento.
Así puedes limpiar tus lentes de lectura:
Principalmente, tendras que reunir un paño de microfibra suave, jabón neutro, agua tibia y, opcionalmente, un líquido limpiador específico para lentes. Cuando tengamos estos ingredientes a disposición, lavaremos nuestras manos con abundante agua y jabón, eliminando así cualquier tipo de grasa que puedan tener nuestros dedos.
- Enjuagar los lentes: coloca los lentes de lectura bajo un chorro suave de agua tibia para eliminar partículas de polvo y suciedad que puedan rayar las superficies al limpiar.
- Aplicar jabón neutro: aplica una pequeña cantidad de jabón neutro con la yema de los dedos, frotando suavemente el cristal por ambos lados, así como el armazón y las patillas.
- Enjuagar: sostén los lentes bajo el chorro de agua tibia para eliminar por completo el jabón. Asegúrate de que no queden residuos de jabón, ya que podrían dejar manchas y habrá que volver a limpiar.
- Secar los lentes: agita suavemente los lentes de lectura para eliminar el exceso de agua. A continuación, utiliza un paño de microfibra limpio y suave para secar las lentes con movimientos circulares. Evita usar pañuelos de papel, toallas de papel o ropa, ya que pueden rayar las lentes.
- Limpieza adicional (opcional): si lo deseas, aplica un líquido limpiador específico para lentes en las superficies de los cristales y frota suavemente con el paño de microfibra hasta que estén completamente limpios y secos.
- Inspeccionar los lentes: comprueba que los cristales estén libres de manchas, huellas dactilares y suciedad.
- Almacenamiento adecuado: cuando no utilices tus lentes de lectura, guárdalos en un estuche apropiado para protegerlos del polvo y posibles daños.