El dolor de la familia policial se hizo evidente en el Comando de Policía de Portoviejo, un día después del asesinato de los agentes Nelson Delgado Pinargote y Edgar Suárez Gómez, abatidos en un violento ataque armado en Olmedo, provincia de Manabí.
Durante un encuentro entre familiares y altos mandos policiales, el hijo de 11 años del cabo Delgado conmovió a todos al romper en llanto y decir: “Se me fue mi papá, con quién voy a compartir tiempo ahora”.
Luego se pudo ver al menor envuelto en llanto abrazado al féretro de su padre. Estas imágenes han causado conmoción en el país.
El emotivo momento reflejó la magnitud del dolor que dejó este hecho ocurrido el martes 11 de noviembre de 2025, cuando hombres armados emboscaron a los policías en represalia por los operativos de control desplegados en zonas de alta criminalidad, explicó el general Geovanny Naranjo, jefe de la zona 4 (Manabí y Santo Domingo).
Los policías fueron ejecutados en plena vía
Según el informe oficial, los agentes realizaban labores de inteligencia cuando fueron interceptados.
Delgado fue herido en el pie y rematado en el suelo, mientras que Suárez intentó escapar, pero fue alcanzado por disparos y atropellado por los atacantes.
La Policía Nacional desplegó operativos y detuvo a dos sospechosos, además de activar un plan de recompensas para dar con el paradero de los autores intelectuales del crimen.
“Más que la identificación, necesitamos ubicar dónde se esconden”, señaló Naranjo durante una rueda de prensa en Portoviejo.
Violencia desbordada en la Costa ecuatoriana
Con este ataque, ya son 13 los policías asesinados en Ecuador durante 2025, según cifras del Ministerio del Interior.
El incremento de muertes violentas contra uniformados alcanza el 146% respecto a 2014, con 166 policías y militares fallecidos en la última década.
Manabí y Guayas concentran los índices más altos de violencia criminal, vinculados a la disputa territorial entre bandas narcotraficantes que operan por las rutas costeras del país.
El general Naranjo lamentó el nivel de brutalidad de los atacantes y reafirmó el compromiso institucional:
“Seguiremos defendiendo a nuestros hombres y mujeres, sin ceder ante la delincuencia”.
La Policía Nacional reforzó la seguridad en Olmedo y zonas aledañas con patrullajes, allanamientos y el uso de drones de vigilancia para prevenir nuevos ataques.

