Tras la filtración y viralización en X de un video íntimo en el que aparecen Isabella Ladera y el cantante Beéle, la influencer publicó un extenso pronunciamiento en el que afirmó que el contenido fue filtrado sin su consentimiento y que ese archivo “solo estaba en manos de dos personas: la otra persona y yo”.
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En el comunicado, Ladera no identifica a un responsable, pero sostiene que la “otra persona” —con quien compartía el video— “me mintió desde el inicio” y que “nunca dio un paso al frente para protegerme”. Según su versión, esa misma persona decide exponerla de la forma más baja, justo ahora que ella se encuentra estable y en proceso de reconstrucción.
La creadora de contenido calificó el hecho como “una forma de violencia hacia las mujeres” y lamentó haber recibido burlas, odio y juicios, mientras el verdadero responsable permanece en silencio.
Aseguró que “la carga recae sobre la mujer, sobre mí, y no sobre quien cometió el abuso de confianza”.
Ladera también envió un mensaje de resiliencia: “No permitiré que esto me destruya. No soy la primera ni la única. No soy la vergüenza de esta historia; la vergüenza recae sobre quien traicionó”, escribió, y aludió a todas las mujeres que han sido víctimas de un narcisista.
En el tramo final del texto, informó que está tomando acciones legales y que recibe asesoría para proceder por las vías correspondientes. Añadió que no se esconderá y continuará con sus compromisos laborales y responsabilidades personales en plataformas digitales.
Cerró con la frase: “Mi valor no se define por un video, ni por la crueldad de otros. Mi historia no termina aquí.”