La leyenda de la lucha libre profesional, Hulk Hogan, falleció este lunes a los 71 años tras sufrir un paro cardiaco en su residencia de Clearwater, Florida. La noticia fue confirmada oficialmente por la policía local, que detalló el operativo de emergencia desplegado para intentar salvar la vida del ícono de la WWE.
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Así trataron de reanimarlo
Minutos después del fallecimiento, se difundieron imágenes del operativo de emergencia. Un video muestra a los socorristas retirando a Hogan en una camilla mientras intentaban reanimarlo. Las imágenes, captadas por medios locales como ABC Action News y usuarios de redes sociales, generaron una ola de reacciones a nivel mundial.
Según el reporte policial, el colapso ocurrió en horas de la mañana. A las 9:51 a.m. se recibió una llamada al 911 alertando sobre una emergencia médica en el domicilio del exluchador, cuyo nombre real era Terry Gene Bollea. Cinco minutos después, a las 9:56 a.m., paramédicos llegaron al lugar y comenzaron maniobras de reanimación cardiopulmonar. A las 10:32 a.m., Hogan fue trasladado en ambulancia al Morton Plant Hospital, donde fue declarado oficialmente muerto a las 11:17 a.m.
Las autoridades confirmaron que la causa de la muerte fue un paro cardiaco y que no se hallaron signos de violencia ni intervención de terceros. Por ese motivo, el caso fue clasificado como una “muerte sobria”, categoría utilizada en muertes naturales sin elementos criminales asociados.
Hogan fue una de las figuras más influyentes de la lucha libre en los años 80 y 90, con una carrera que dejó huella en la cultura pop. Su carisma, su estilo único y su célebre lema “Hulkamania is running wild” lo convirtieron en un ícono global. Además de la WWE, participó en cine, televisión y otros espacios del entretenimiento durante más de cuatro décadas. Su legado perdura entre generaciones de fanáticos.