En redes sociales suelen viralizarse historias curiosas, espontáneas y, a veces, controversiales. Este fue el caso de Lucía, una joven que contó en un posteo de X (antes Twitter) que le había gustado el conductor de Uber que la llevó, por lo que decidió tomar una medida poco convencional para volver a contactarlo.
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“Cuando bajé del Uber, puse en la app que había perdido algo en el auto para que le avisen al conductor (mi nuevo novio) y tenga mi número. En la vida hay que ser un poco cara rota”, escribió Lucía. Su historia vino acompañada de una captura de pantalla de WhatsApp donde el conductor, Matías, le escribe: “Hola Lu. Soy Matías el Uber. Me dice soporte que perdiste algo en el auto. ¿Puede ser?”. A lo que ella respondió: “Sii. El corazón”.
El posteo superó los cuatro millones de visualizaciones y generó más de 100 mil ‘me gusta’. Sin embargo, también desató críticas. Algunos usuarios la tildaron de “acosadora” por fingir la pérdida y obtener contacto sin consentimiento directo del conductor.
Ante las acusaciones, Lucía respondió: “No es acoso. Charlamos y hubo muy buena onda en el viaje. Yo no conseguí su número de teléfono y le habé. ÉL ME HABLA. Podría haberme llamado con el número privado. Tampoco le dije nada relacionado a su físico o fuera de lugar”.

La historia reabrió el debate en redes sobre límites, consentimiento y formas de contacto en la era digital. Mientras algunos celebraron la audacia de Lucía, otros alertaron sobre el uso responsable de funciones en plataformas como Uber. Lo cierto es que, como muchas veces ocurre, una anécdota cotidiana se convirtió en tendencia en cuestión de horas.