En menos de una semana, la cadena de restaurantes Rukito, reconocida en Guayaquil por su cocina tradicional, ha sido blanco de dos atentados que han puesto en alerta a comerciantes y autoridades.
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El propietario, Julio Chang, enfrenta una situación crítica que refleja el clima de inseguridad que viven muchos empresarios locales.
El episodio más reciente ocurrió la mañana del miércoles 9 de julio de 2025, cuando una mochila sospechosa fue abandonada en el restaurante ubicado en la avenida Víctor Emilio Estrada, en el sector Urdesa.
La situación obligó a evacuar la zona, cerrar varias cuadras del tránsito vehicular y desplegar al escuadrón antiexplosivos, que realizó una detonación controlada sin registrar víctimas ni daños materiales.
Este hecho se suma al intento de atentado ocurrido el 5 de julio, cuando delincuentes intentaron ingresar a la vivienda de Chang, ubicada en Lomas de Urdesa. Durante el asalto, el empresario logró reaccionar y atropellar a uno de los atacantes, quien murió en el lugar. La Policía mantiene una investigación abierta para determinar si ambos hechos están relacionados o si responden a una ola de extorsiones que afecta a comerciantes de zonas estratégicas de la ciudad.
Dueño de Rukito dice que prefiere morir antes que dejar su negocio
Ante los ataques, Chang rompió su habitual discreción con un mensaje cargado de simbolismo. Una seguidora en redes sociales le sugirió abandonar el país temporalmente, a lo que respondió:
“Es como que deje botado a mi hijo. Está metida toda mi vida en este negocio. Prefiero morirme. Voy a seguir trabajando”.

Sus palabras, replicadas masivamente, reflejan el vínculo emocional con su restaurante y la firme decisión de no ceder ante el miedo.
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La Policía ha reforzado los patrullajes en la zona, mientras la avenida Víctor Emilio Estrada volvió a la normalidad tras más de una hora de cierre.