En un ecosistema empresarial saturado de eslóganes sobre “propósito”, Ingrid Johana Quintero Gómez ha hecho del impacto social un modelo operativo, no un lema. Abogada especializada en Derecho Comercial y Financiero, acumula más de una década articulando lo jurídico con la estrategia de negocio para construir proyectos que generan retorno y, a la vez, cierran brechas educativas y económicas.
Su propia carta de presentación lo resume sin rodeos: lidera iniciativas donde el derecho, la empresa y lo social se integran para transformar conocimiento en oportunidades tangibles.
Su habilidad para leer el mercado desde la base legal se afianzó temprano, en el Congreso de la República. Allí operó como consultora legal en una unidad legislativa, coordinando mesas de trabajo con gobierno, academia y sector productivo, y elaborando ponencias y análisis normativos en temas de alto impacto nacional. Ese pulso por el detalle regulatorio —y por la interlocución entre actores con intereses distintos— fue el primer laboratorio de una ejecutiva que hoy diseña estrategias pensando en cumplimiento, escala y legitimidad social.
El salto al frente de negocio llegó con Grupo Concertar, firma de consultoría donde Quintero condujo la dirección estratégica y el posicionamiento comercial. Desde allí impulsó líneas en derecho corporativo, gestión financiera y fortalecimiento organizacional, uniendo desempeño con inclusión y sostenibilidad. La combinación es reveladora: su propuesta no separa el compliance de la competitividad, sino que usa la arquitectura legal para habilitar crecimiento, atraer financiamiento y elevar estándares con los clientes.
En paralelo, Quintero cultivó una vena comunitaria enfocada en mujeres emprendedoras. Como directora de emprendimiento de The Women Col, tejió programas de formación, redes de apoyo y canales de financiación para impulsar independencia económica y liderazgo femenino en Bucaramanga. El resultado fue un ecosistema local más robusto, donde la educación aplicada y la mentoría se convirtieron en palancas de formalización y crecimiento. La escena ilustra su sello: estrategia que no se queda en el diagnóstico, sino que baja al terreno con productos, aliados y métricas de resultado.
Ya instalada entre Colombia y Estados Unidos, Quintero ha volcado su experiencia en la creación de “puentes” profesionales. En Beat the Bar, iniciativa para abogados internacionales que buscan licenciarse en Estados Unidos, diseñó la estructura académica, la experiencia de comunidad y un modelo de membresía orientado a conectar talento global con mentores y oportunidades reales de inserción en el mercado legal norteamericano. Es una apuesta típicamente suya: entender dónde la regulación abre puertas, empaquetar el camino con diseño instruccional y comunidad, y convertirlo en una propuesta de valor escalable.
Su visión de negocios no se agota en la consultoría. También escribe y produce conocimiento práctico para el pequeño empresario.
En 2025 publica “Deja de sobrevivir en tu negocio”, una guía de estrategia y estructura operativa pensada para que micro y pequeñas empresas pasen de la subsistencia al crecimiento; en esa misma línea, prepara un taller gratuito sobre herramientas básicas de inteligencia artificial aplicadas a tareas del negocio. Es la continuación lógica de su trayectoria: bajar la estrategia a manuales, plantillas y entrenamientos que cualquier emprendedor pueda ejecutar.
La formación de base —abogada por la Universidad La Gran Colombia y especialista en Derecho Comercial y Financiero por la Universidad Sergio Arboleda— explica parte de su ventaja competitiva: conoce el lenguaje del riesgo, del contrato y del regulador. Pero su diferencial está en cómo traduce esa gramática en productos y comunidades con tracción. Donde otros ven restricciones, Quintero identifica rutas de cumplimiento que habilitan mercados y legitiman apuestas de innovación social.
Hoy, su nombre aparece asociado a proyectos que convierten el impacto en una estrategia medible y el derecho en una ventaja de negocio. Desde las curules del Congreso a las salas de mentoría de abogados internacionales, pasando por consultorías, redes de emprendedoras y publicaciones de uso inmediato, la trayectoria de Ingrid Quintero ejemplifica una nueva generación de estrategas: las que no separan crecimiento de inclusión, ni legalidad de innovación, porque han aprendido —en la práctica— que el mejor negocio es el que transforma.

