Quito se prepara para viajar en el tiempo. Este 1 de noviembre, la Plaza de Toros reabrirá sus puertas después de 12 años para recibir a Experiencia Medieval, un espectáculo ecuestre que combina historia, arte, danza, música y emoción.
La propuesta, liderada por el rejoneador español Óscar Borjas, reúne a artistas internacionales especializados en doma clásica, acrobacias y danza ecuestre. “Experiencia Medieval nace del sueño de siete locos que venimos de distintas partes del mundo para ofrecer un show nunca visto en el Ecuador”, afirma Borjas, quien ha recorrido escenarios de Europa y América Latina.
El evento promete sumergir al público en la Edad Media, con un montaje que incluirá torneos, justas, caballeros, princesas y un desfile de trajes históricos. “Queremos que la gente se sienta parte de una historia viva, que sueñe con esa época y se emocione con cada detalle”, añade el productor.
Entre los números más esperados se encuentra la presentación de su hermana, campeona mundial de Doma en Libertad, quien mostrará un acto de alta escuela ecuestre sin riendas ni cabezadas. También participarán tres volteadores europeos (dos franceses y un italiano) que ejecutarán acrobacias a toda velocidad, demostrando destreza y control absoluto sobre los caballos. El espectáculo incluirá además un carrusel de seis caballos, números de baile flamenco con caballos y una intervención especial de un charro mexicano acompañado de mariachis, integrando ritmos, estilos y tradiciones ecuestres de distintas culturas.

“Es un show familiar, popular y accesible. Queremos que vengan todos, grandes y chicos. Es un espectáculo que celebra la pasión ecuestre y la fantasía medieval”, enfatiza Borjas.
La Experiencia Medieval tendrá una duración de aproximadamente dos horas, iniciando a las 17:00. Las entradas pueden adquirirse a través de la cuenta oficial de Instagram de Hacienda La Leyenda o en las taquillas de la Plaza de Toros desde el mismo día.
Con más de cinco meses de preparación, la producción promete ser una experiencia única. “Queremos que Quito viva algo inolvidable. Este es un sueño hecho realidad y una oportunidad de traer un pedacito de la cultura ecuestre europea al país”, concluye Borjas.
El evento se perfila como una de las actividades más destacadas del feriado de noviembre, ofreciendo una experiencia mágica que une historia, arte y espectáculo en un solo escenario.

