Con más de 135 años de historia, La Universal es un pilar de la cultura ecuatoriana. Metro Ecuador tuvo una entrevista exclusiva con su gerente de Marketing, Vanessa Ochoa Manzo, aseguró la clave del éxito ha sido su propósito inquebrantable de “hacer la vida más deliciosa del ecuatoriano”.
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Esta visión ha permitido a la compañía navegar por altibajos, emergiendo siempre más fuerte, sin ceder en la calidad ni en el sabor que la caracteriza.
La marca, reconocida por su resiliencia, ha logrado adaptarse a los cambios del mercado y a las nuevas demandas de los consumidores, sin perder su esencia. La Universal procesa su materia prima desde el grano de cacao, asegurando un producto 100% ecuatoriano que ha sabido ganarse el corazón de sus clientes.
De un grano de cacao a un imperio de sabor
La Universal no solo produce dulces, sino que crea “indulgencia dulce” en múltiples formas. Su portafolio abarca desde los icónicos chocolates y galletas bañadas, hasta caramelos, chupetes y la famosa cocoa. Este enfoque diversificado responde a la necesidad de estar presente en cada momento de la vida del consumidor, ya sea en un snack para calmar el hambre o en una taza de cocoa para el desayuno.

El producto estrella de la compañía es sin duda el Manicho, una marca que se ha vuelto parte de la cultura ecuatoriana y es la más valiosa de su portafolio. Pero la marca va más allá, con productos como los caramelos Lechimiel, la Menta Glacial y las galletas que se han convertido en sinónimo de tradición y calidad.
Conectando con la nueva era
En un mundo digital donde la atención es el activo más valioso, Vanessa Ochoa reconoce que el mayor desafío para las marcas es sobresalir. Para La Universal, la respuesta está en una estrategia audaz que combina innovación con colaboraciones. “Hoy la competencia de atención en medios no solo está en la publicidad de la industria, sino en todo el contenido que se genera dentro”, explica Ochoa.
La marca utiliza las redes sociales y la inteligencia artificial como herramientas para entender al consumidor en tiempo real y sorprenderlo constantemente.
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Un ejemplo de esta visión es la plataforma “Manicho Party”, que ha llevado el sabor del clásico maní a colaboraciones inesperadas, como las donas de Krispy Kreme. Estas alianzas estratégicas no solo impulsan la marca, sino que demuestran que la colaboración es más potente que la competencia, generando un “win-win” para todas las partes involucradas. Los recientes lanzamientos de wafer Manichos y Manichos blanco son una muestra de la constante búsqueda por ofrecer nuevas experiencias a los consumidores.

Un legado con visión de futuro
La Universal ha demostrado que la sostenibilidad y la responsabilidad social no son solo campañas, sino parte de su ADN. La empresa se enfoca en el uso eficiente de recursos y el control de desechos, además de garantizar la calidad de cada ingrediente para no comprometer el sabor. Esta filosofía ha permitido a la marca mantener la lealtad de sus consumidores, incluso de las nuevas generaciones que valoran un valor agregado en lo que consumen.
El éxito de La Universal también radica en su profundo entendimiento del consumidor. El chocolate es un “lenguaje de amor”, un medio para compartir y conectar emociones. En el mercado nostálgico, la tradición es lo que más se valora, y por ello La Universal se ha mantenido fiel a sus recetas originales, permitiendo a los ecuatorianos que viven fuera del país revivir los sabores de su infancia. Con una visión que abraza la innovación y el respeto por su legado, La Universal se proyecta hacia el futuro como una marca que continuará endulzando la vida de las próximas generaciones.