En medio de paisajes naturales y campos ganaderos de la Costa, una empresa ecuatoriana se alza como un referente en la industria papelera del país: Fabmer.
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Bajo la dirección de su carismática Gerente General, Daniella Merino Del Salto, esta compañía ha abierto sus puertas a Metro Ecuador para mostrar de cerca el corazón de su operación, un complejo industrial donde la innovación, la productividad y el talento humano se entrelazan para llevar productos esenciales a los hogares.
Los ecuatorianos consumen un promedio de 6 kilos de papel tissue al año, una demanda que crece a un ritmo constante del 2% anual.

En este escenario, Fabmer, la empresa detrás de las marcas de papel higiénico, toallas de cocina y servilletas Dany y Dolly, procesa mensualmente cantidad de 800 toneladas de papel y, ha redefinido el panorama competitivo.
La empresa ha logrado captar un 35% de la cuota de mercado en el Canal Moderno (supermercados y autoservicios), un logro notable que los posiciona en el segundo puesto a nivel nacional, superando incluso a competidores tradicionales
Esperan cerrar este año con ventas de USD 36 millones
Merino guio al equipo de Metro Ecuador por las instalaciones, revelando detalles importantes de un crecimiento exponencial y su filosofía empresarial.
“Nosotros aquí convertimos el papel de fibra 100% celulosa (materia prima) en papel higiénico, servilletas, toallas de cocina, fundas de papel y toallas reutilizables”, explica Daniella.
Mientras recorría la fabricaba, comentaba cómo la empresa fue fundada por su padre en 2005, comenzando con la fabricación de fundas de papel. Sin embargo, el verdadero giro llegó entre los años 2010 y 2011 con la adquisición de su primera máquina de servilletas.
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El crecimiento fue constante, escalando la línea de servilletas antes de dar “el gran paso de comprar nuestra primera máquina de papel higiénico”.
Durante el recorrido, Daniella saludaba, bromeaba y hasta ‘jalaba las orejas’ a aquellos que considera como familia, su equipo de trabajo. El trato era recíproco.

Cuando le preguntamos qué haría si en algún momento recibe una millonaria oferta por parte de alguna empresa internacional por Fabmer, fue muy enfática y rápida en contestar: “Jamás vendería mi empresa, esta es mi vida”.
Fabmer es un testimonio de crecimiento vertical. La empresa aspira a cerrar este año la impresionante cifra de USD 36 millones. Este ascenso meteórico representa un crecimiento del 400% en pocos años, consolidando a Fabmer como una verdadera historia de éxito empresarial ecuatoriano.
Recientemente, Fabmer ha finalizado la instalación de su segunda línea de papel higiénico, con miras a una expansión ambiciosa en un mercado con una demanda creciente, impulsada por la necesidad de importar materia prima.
“Siempre estamos al día de la información que vemos en estudios de mercado y demás”, señala Daniella.
Un motor de empleo con huella femenina
Lo que comenzó en Guayaquil, dando empleo a madres solteras, ha evolucionado hasta convertirse en una fuerza laboral robusta.
Fabmer emplea actualmente a 170 personas en total, de las cuales 100 se concentran en la planta. Un dato destacable es el liderazgo femenino que permea la organización: “el mayor peso lo tienen las mujeres todavía”, afirma. No se trata de una política de cuotas, sino de reconocimiento al talento y la adaptabilidad.

La gerencia de planta es mujer, la supervisora de planta es mujer, e incluso la supervisora de mantenimiento es mujer. “Han sido personas que se han ido adaptando a las necesidades de la empresa”, enfatiza Daniella, resaltando que la clave es la adaptabilidad a la cultura de la empresa, basada en la productividad y la comunicación holística.
En la línea de servilletas, donde trabajan 47 personas, la mayoría son mujeres, destacando su rapidez y eficiencia en los procesos de empaquetado. La empresa combina procesos 100% automatizados con trabajo manual para garantizar la excelencia, apoyados por rigurosos controles de calidad cada ciertas horas, con registros tabulados y revisiones constantes.
Daniella señala la importancia de la presencia gerencial en la planta: “Es importante que la gente te vea que tú estás presente... para que estén también respaldados de que tienen un liderazgo presente”
Papel de fibra 100% celulosa
Fabmer se distingue por su compromiso con la innovación y la calidad, un pilar fundamental para competir con gigantes multinacionales. “Las dos máquinas que yo tengo aquí son las dos máquinas de mayor tecnología del Ecuador de papel higiénico“, revela Daniella, orgullosa de la inversión en tecnología italiana de punta.
Una de las principales ventajas competitivas de Fabmer es su uso exclusivo de papel de fibra 100% celulosa.
A diferencia de sus competidores, que a menudo usan material reciclado que requiere químicos para blanquear, el papel de Fabmer luce un color natural, cremoso, garantizando mayor suavidad, resistencia y mejor desempeño en máquina. Esta elección, además, respaldada por certificaciones de sus proveedores que obligan a reforestar masivamente.
Además, la empresa cuenta con certificaciones como ISO 9001:2015 (que garantiza la calidad de los procesos y productos), Great Place to Work (que certifica a la empresa como un excelente lugar para trabajar), así como certificaciones que incentivan las buenas prácticas en el bienestar humano como “Espacio 100% libre de humo de tabaco” y “Actívate y vive”.
“Siempre estamos pensando en el siguiente paso; buscamos constantemente cómo innovar, desde cambiar el rodillo para que el papel sea más suave, hasta incorporar fragancias,” explica Daniella, quien junto a su hermano lidera esta búsqueda continua de valor agregado.
Crecimiento de mercado
Actualmente, la fábrica procesa 800 toneladas de materia prima al mes, distribuidas entre papel higiénico (60%), servilletas (30%) y toallas de cocina (10%).
Esta última categoría destaca por un crecimiento exponencial mensual de entre el 6% y el 10%, impulsado por su versatilidad como “toalla multiuso” en los hogares.

Sin embargo, el futuro de Fabmer promete aún más; la reciente incorporación de una nueva línea de papel higiénico ha aumentado su capacidad a 800 toneladas adicionales cada mes, preparando el terreno para su expansión por el Canal Tradicional (mayoristas y mercados), un segmento con un enorme potencial de crecimiento.
Daniella atribuye este vertiginoso crecimiento al “trabajo en equipo”, la alineación de su personal con la cultura de la empresa y la inversión en talento humano.
“Lo que uno ama lo va a hacer bien siempre”, concluye, destacando la pasión y el compromiso como motores del éxito de Fabmer, una empresa que también construye futuro y oportunidades en Ecuador.