Investigadores están rastreando los brotes mediante la vigilancia del efluente gris que pasa por las alcantarillas de Nueva York. Con el objetivo de detectar grupos aislados de coronavirus días antes de que se les identifique mediante pruebas de pacientes.
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La labor ha tomado fuerza en las últimas semanas. Muestra los esfuerzos realizados para vigilar los canales en busca de componentes virales en todo el país. Este estudio logran con los contagiados que excretan en las heces fecales y desechan por el inodoro, incluso cuando son asintomáticos o presintomáticos, explica Infobae.
En los últimos meses se han detectado en Nueva York cada vez más rastros del virus en las muestras de aguas residuales recolectadas en plantas de tratamiento de aguas negras cerca de los focos de coronavirus en Brooklyn, Queens y Staten Island.
El problema es que ahora se están viendo aumentos en toda la ciudad, a medida que los índices de contagio alcanzan sus niveles máximos desde la primavera, aseguran los científicos.
“Al principio, pensamos que era un error de prueba, pero después seguimos encontrándolo”, señaló Dimitri Katehis, investigador del Departamento de Protección Ambiental de la ciudad, sobre las elevadas lecturas iniciales.
Este tipo de pruebas de aguas negras es especialmente desafiante en Nueva York. Tiene 12.000 kilómetros de tuberías que manejan entre 5000 millones y 11.000 millones de litros de aguas residuales al día. Por lo que es casi imposible que los científicos determinen con precisión de qué barrios provienen los restos virales.
Es así que los funcionarios de salud aseguran que las pruebas presenciales siguen siendo la mejor opción para rastrear el virus.
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Los expertos añaden que en un escenario ideal la concentración de componentes virales en una muestra puede indicar el número aproximado de personas contagiadas en una zona amplia, pero las pruebas tienen limitaciones en un sistema tan grande.
Sin embargo, Dimitri Katehis señaló que cuando la pandemia termine, este sistema de pruebas podría utilizarse para detectar la influenza y otros posibles brotes.
“Estamos usando el alcantarillado para mantener sana a la gente”, finalizó Katehis.