Una historia que sin duda está causando revuelo es la de He, un campesino chino que apretado por las deudas tomó una decisión apresurada y riesgosa sin dar aviso a sus familiares.
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Una deuda de alrededor de 100 mil yuanes ($14.400 dólares) que sostenía con prestamistas, llevó a He a subirse a un auto alquilado y arrojarlo al río en el condado de Xinhua, provincia de Hunan.
La idea era desaparecer por un tiempo para que de esa forma su esposa Dai y sus hijos cobraran el seguro. Sin embargo, el no haberle contado a su esposa su riesgoso plan, le trajo consecuencias para toda la vida.
Algunas semanas después de lo sucedido, Dai no pudo más con el dolor de la perdida de su esposo, las deudas y el vacío emocional que tenían sus hijos. Todas estas razones, le hicieron tomar la decisión de ahogar a sus hijos y luego ahogarse ella en el mismo río en el que su esposo había lanzado el auto.
Pocas semanas después, He se entregó a la policía y fue acusado por destrucción de la propiedad y fraude.
El caso, levantó un debate sobre las desigualdades que existen entre la parte rural y urbana en China, lugar en el que además se registra una tasa de suicidio mayor en mujeres que en hombres.