Recuerdo muy bien a una amiga que siempre se quejaba de sus pecas cuando éramos adolescentes. No le gustaban, y lo peor para ella, era cuando llegaba el verano y estas pequeñas manchitas se hacían más notorias aún.
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A pesar de que siempre creí que sus pecas eran lindas, ella se negaba. Sólo de adulta las asumió y ahora las ama, pero se demoró varios años en convencerse. Pero como las cosas cambian y las tendencias no siempre tienen explicación, ahora hay chicas que además de querer tener pecas, se las tatúan.
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Ya habíamos visto en desfiles y tutoriales de belleza, a personas dibujándose pecas falsas como un símbolo de reivindicación de esta característica de la piel. También, se ha impulsado la idea de dejarlas expuestas, para potenciar esa belleza natural, pero los tatuajes son algo nuevo.
Este tipo de tatuajes son cosméticos: se hacen de la misma forma que un tatuaje normal, con agujas y todo, pero cumplen una función estética, como los tatuajes de ceja, de labios, el delineado permanente y otros.
Los tatuajes se pueden hacer en tonos naturales, para que las pecas se vean lo más real posible.
