Un grupo de científicos desarrolló un modelo para pronosticar terremotos, a partir de la observación de los temblores de tierra ocurridos en 2016 y 2017 en Italia, publica hoy la revista Science Advances.
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«Un pronóstico preciso es la esencia de la empresa científica, por lo que nuestro modelo será una referencia de la que podamos medir futuras mejoras en el conocimiento científico sobre cómo ocurren los terremotos», explicó a Efe Warner Marzocchi, quien lideró este trabajo.
Según el investigador, el modelo propuesto por este equipo puede ayudar a manejar mejor las secuencias sísmicas.
«Hay muchas partes potencialmente interesadas y es difícil señalar una lista completa. De seguro, cada individuo puede beneficiarse de formas diferentes a partir de esta información y planear su propia decisión. Eso es posible solo cuando están correctamente informados sobre el peligro», consideró Marzocchi.
Para realizar el estudio, el grupo utilizó una estrategia de modelos ensamblados y consideraron tres modelos diferentes desarrollados por distintos grupos de investigación.
«Combinamos el resultado de esos modelos considerándolos de acuerdo con sus capacidades de pronóstico anteriores», explicó el especialista.
Finalmente, el modelo al que llegaron brindó la probabilidad semanal de diferentes eventos en los que distintas partes pueden estar interesadas.
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El equipo probó el modelo durante la reciente secuencia Amatrice-Norcia, como se denomina el evento sísmico ocurrido en Italia entre agosto de 2016 y enero de este año.
Luego recogieron lo que realmente había sucedido en ese evento e hicieron una comparación estadística entre las observaciones y los pronósticos que tenían.
Según los autores, aunque los resultados demuestran que el modelo «puede brindar un pronóstico confiable estadísticamente», este tipo de técnica aún se encuentra en un estado incipiente.
La revista Science Advances de esta semana también menciona la naturaleza de los terremotos en un estudio enfocado en la fuerza de las placas tectónicas de la Tierra.
Esa investigación, realizada por un equipo internacional, pone en cuestión una tradición de estudios que han analizado la composición de esas placas.
«Por varias décadas, los investigadores han trabajado en medir la fuerza de las rocas que componen esas placas, con un especial foco puesto en el mineral olivino», dijo a Efe Lars Hansen, uno de los investigadores que participó en este estudio.
«La fuerza del olivino es central para todo un conjunto de fenómenos a gran escala, incluidos los ritmos a los que se origina la tensión sobre las fallas que generan los terremotos y la velocidad a la que las placas se estiran y se elevan luego de que se eliminan cargas enormes como las capas de hielo», apuntó el investigador.
En el estudio, los investigadores demuestran que «la fuerza real de las placas es probablemente menor a lo que dicen las estimaciones hechas previamente».
EFE