Google rechazó, este 10 de noviembre, en una respuesta formal la acusación de la Comisión Europea (CE) de incurrir en un abuso de posición dominante con su sistema operativo para móviles Android, y subrayó que lejos de restringir la competencia la ha «expandido».
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«La respuesta que enviamos hoy muestra que el ecosistema de Android equilibra cuidadosamente los intereses de los usuarios, los desarrolladores, los fabricantes de hardware y los operadores de redes móviles», indicó en un blog corporativo el vicepresidente sénior y consejero general de Google, Kent Walker.
«Android no ha dañado la competencia, la ha expandido», apuntó Walker.
El Caso
El pasado 20 de abril la CE acusó formalmente al gigante tecnológico estadounidense mediante el envío de un pliego de cargos de abusar de su posición dominante al obligar a los fabricantes y operadores de los móviles y tabletas que operan con Android a instalar de forma predeterminada sus servicios, como su buscador y su navegador Chrome, y no otros de sus competidores.
Google respondió que la CE basa su acusación en la idea de que Android «no compite» con el sistema operativo para móviles iOS de Apple, algo que rechaza el 89% de los encuestados en el estudio de mercado sobre el caso hecho por Bruselas.
Walker mostró su «preocupación» por que la CE «infravalore la importancia de los desarrolladores y los peligros que supone la fragmentación del ecosistema móvil», ya que aquellos necesitan «un marco estable y consistente para hacer su trabajo».
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Aseguró que cualquier fabricante puede «descargar Android y modificarlo como lo desee», una «flexibilidad» que convierte a Android en un sistema operativo vulnerable a la fragmentación.
«Cuando cualquier individuo puede modificar tu código, ¿cómo puedes asegurar la existencia de una versión común y consistente del sistema operativo, para que los desarrolladores no sufran las molestias o los gastos que supone la creación de múltiples versiones de sus aplicaciones?», se preguntó.
El responsable de Google afirmó que ésa es la razón por la que celebran «acuerdos de compatibilidad» con los fabricantes de teléfonos al mismo tiempo que ofrecen a los desarrolladores «la confianza que precisan para crear aplicaciones que funcionen con facilidad en miles de teléfonos y tabletas diferentes».
Sobre las críticas de la CE a los paquetes de aplicaciones que ofrece Google, la compañía dejó claro que «ningún fabricante está obligado a preinstalar ninguna aplicación de Google en un teléfono Android».
«Sin embargo, sí ofrecemos a los fabricantes un paquete de aplicaciones para que, cuando adquieras un nuevo teléfono, tengas acceso a un conjunto de servicios básicos conocidos», dijo Walker, quien recordó que el iPhone de Apple o el teléfono Windows de Microsoft «no sólo hacen lo mismo, sino que brindan muchas menos opciones en las aplicaciones que vienen preinstaladas».
En Android, destacó que las aplicaciones de Google suelen representar «menos de un tercio» de las que vienen precargadas, y subrayó que los usuarios pueden eliminarlas «cuando quieran» mientras que los fabricantes de hardware y los operadores pueden preinstalar otras de empresas diferentes.
Por lo que respecta a las quejas de Bruselas sobre los acuerdos de Google para la distribución de beneficios, Walker indicó que son cláusulas «legítimas» que, en todo caso, han ido «reduciendo progresivamente» en los últimos dos años para «responder a las preocupaciones de la Comisión».
La postura de la CE podría «enviar una señal involuntaria para favorecer a las plataformas cerradas frente a las abiertas», concluyó, y agregó que eso significaría «menos innovación, menos alternativas, menos competencia y unos precios más altos».
Fuente: EFE