Sexo Sentido

Cómo reconocer a un adicto al sexo

Harvey Weinstein y Kevin Spacey decidieron internarse en una clínica para tratar su adicción al sexo, luego de que recibieran numerosas denuncias por acoso sexual.

«En términos científicos la palabra adicción comporta una fuerte relación con el objeto adictivo, conductas irracionales para conseguirlo y síntomas de abstinencia cuando no se lo tiene. Es importante diferenciar que tener deseos intensos y frecuentes no es sinónimo de adicción al sexo». Así comenzó la explicación sobre el tema a Infobae el médico psiquiatra y sexólogo Walter Ghedin.

La adicción al sexo es un problema psicológico que puede traer graves consecuencias sobre la vida y relaciones sociales de quienes la padecen.

Mucha gente usa el sexo de vez en cuando para escapar del estrés, esto es algo normal. El problema es que para estos pacientes se trata de una conducta constante, que se intensifica hasta tal punto que el deseo sexual controla todos los aspectos de sus vidas, y, además, se sienten impotentes en sus esfuerzos por cambiarla», explicó Rory Reid, psiquiatra estadounidense y autora de un informe publicado en la revista Journal of Sexual Medicine.

El problema se ganó el protagonismo de los principales medios del mundo luego de que dos figuras del espectáculo en los EEUU fueran denunciados por acoso y decidieran internarse en una reconocida clínica de ese país aduciendo ser adictos al sexo.

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Se define la adicción al sexo como la presencia de impulsos, fantasías, pensamientos recurrentes de índole sexual que llevan a conductas compulsivas»

Kevin Spacey desapareció de la escena pública desde que fue acusado de acoso sexual por más de una decena de hombres que trabajaron o coincidieron con él a lo largo de las últimas décadas. El actor fue despedido de Netflix y los escritores de House of Cards estarían llevando a cabo cambios en el guión de su sexta y última temporada con la determinación de que la historia no incluya a Frank Underwood, su personaje.

Por su parte, Harvey Weinstein cayó en desgracia luego que The New York Times y The New Yorker revelaran numerosas denuncias de actrices y ex empleados por acoso, agresión sexual y hasta violación.

Ghedin manifestó que «si bien existen abusadores que tienen dificultades para controlar sus impulsos, la mayoría de las personas que tienen adicción al sexo no lo son.

El abusador por lo general tiene rasgos narcisistas o psicopáticos, son carentes de empatía y se valen de su poder para manipular al otro, cosa que para nada observamos en los compulsivos sexuales».

Las dos figuras de Hollywood decidieron internarse en The Meadows, la misma clínica de Arizona (Estados Unidos) donde también trataron su adicción Tiger Woods, Selena Gomez y Kate Moss.

Todas las personas suelen reconocer cuándo están más dispuestos a los contactos eróticos, hasta es posible determinar qué tipo de estímulos incrementan el deseo. Es una grata sensación que sensibiliza, preparando el «terreno» para sentir placer.

En cambio, «se define la adicción al sexo como la presencia de impulsos, fantasías, pensamientos recurrentes de índole sexual que llevan a conductas compulsivas, ocasionando malestar subjetivo y deterioro en las distintas áreas de su vida», detalló Ghedin, quien profundizó:

En la adicción al sexo el deseo se mezcla con el impulso, el placer con la ansiedad, la tentación con la moral, el peligro o la sensación de riesgo con la preservación de uno mismo. La adicción al sexo es un comportamiento irrefrenable, repetitivo, con culpa y sensación de vacío una vez que se ha conseguido bajar la tensión sexual».

La sufren hombres y mujeres, en edades que van de los 20 a los 45 años. Y si bien no se saben las causas que la provocan, estudios apuntan a desórdenes en los neurotransmisores (aumento de la dopamina), y fundamentalmente factores emocionales: estrés, inseguridad personal, sentimiento de inferioridad, temores de ser humillados o avergonzados por los demás.

La adicción al sexo es un comportamiento irrefrenable, repetitivo, con culpa y sensación de vacío una vez que se ha conseguido bajar la tensión sexual»

«Las personas adictas al sexo refieren no poder controlar el impulso que los lleva a tener sexo en forma urgente, ocasionando serias dificultades en las distintas áreas: social, familiar, laboral, económica, etc», aclaró Ghedin, quien enumeró «la masturbación compulsiva, frecuentar prostíbulos, el sexo express, la búsqueda imperiosa de material pornográfico, líneas calientes, sitios web, etc» como algunas de las conductas más frecuentes.

Según el National Council of Sexual Addiction de los EEUU, un 40% de los pacientes adictos al sexo pierden a su pareja, un 72% tienen ideas suicidas, un 17% intentó quitarse la vida, un 27% tiene problemas laborales, un 68% tiene probabilidades de contraer VIH, un 40% tiene embarazos no deseados y un 36% aborta.

Para el especialista, existen seis indicadores de la adicción, por lo que el comportamiento sexual entraría en la categoría de adicción cuando ocurren:

1- Impulsos o pensamientos sexuales perseverantes.

2- Necesidad imperiosa e irrefrenable de algún tipo de contacto sexual: autoerótico, relaciones hetero u homosexuales, líneas hot, etc.

3- Sentimientos de culpa posterior.

4- Pérdida de tiempo, incapacidad para cumplir con sus actividades habituales, gastos desmedidos en pornografía, prostitución, etc.; afectación de sus relaciones amorosas y/o interpersonales.

5- Sentimientos encontrados: tentación versus represión.

6- Abstinencia sexual: inquietud, insomnio, pérdida de concentración, de la atención, etc.

Infobae

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