La tendencia de cuestionar las vacunas demerita su importancia y puede reflejarse en retrocesos y grandes problemas de salud, recalcó Mauricio Rodríguez, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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El especialista de la Facultad de Medicina lamentó en un comunicado que en el siglo XXI aún existan rumores o ideas negativas sobre las vacunas y que estas cobren importancia social sin entender el grave problema de salud que podría conllevar no recibirlas.
«Cuesta trabajo creer que haya alguien que ponga en duda la importancia de las vacunas y los riesgos de no aplicarlas. Si no hay enfermedades, prevenibles con la vacunación, no habrá sufrimiento ni dolor, tampoco internamientos ni gastos asociados a la atención médica», destacó.
Rodríguez detalló que cuando la gente decide no vacunarse o no vacuna a sus hijos le abre la puerta a infecciones que pueden provocar brotes o propagaciones.
Señaló como erróneo pensar que las vacunas causan daños a la salud o que poseen sustancias dañinas que afectan a los niños.
«Actualmente hay evidencia científica que demuestra que las vacunas son seguras y efectivas», indicó el experto.
Aseguró que muchas veces esta determinación de no vacunarse la toman personas de un nivel socioeconómico alto con capacidad para pagar atención médica privada y en las mejores condiciones si sus hijos se enferman.
«El problema es que conviven con otros pequeños que no tienen los mismos recursos», agregó.
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Las vacunas no sólo previenen enfermedades, son necesarias porque gracias a ellas se han podido evitar epidemias como erradicar la viruela en México o controlar otras como la parálisis por polio, la diarrea por rotavirus, el tétanos y la rubéola congénita, explicó.
Rodríguez exaltó la importancia de mantener la vacunación pues, dijo, es gracias a ella que se ha llegado a la eliminación o control de padecimientos que en otros tiempos fueron muy graves, como la polio o la difteria. EFE