Un reporte elaborado por la escuela de negocios McCombs de la Universidad de Texas afirma que la presencia de un teléfono celular afecta negativamente en la capacidad del cerebro de retener y procesar información.
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Los investigadores detrás del estudio aseguraron que el proceso bautizado «drenaje cerebral» ocurre incluso cuando el celular está apagado o encendido, pero con la pantalla hacia abajo.
Los expertos de la Universidad de Texas también compartieron que cuanto más dependientes son las personas sobre sus teléfonos, más sufrirán los efectos nocivos de su presencia cercana.
«Los resultados de dos experimentos indican que, incluso cuando las personas logran mantener la atención sin recurrir a revisar sus teléfonos, la sola presencia de estos dispositivos reduce el nivel de capacidad cognitiva», describe el extenso reporte.
En el primero de los experimentos se le pidió a 520 personas que pusieran a sus teléfonos en modo silencioso, pantalla hacia abajo sobre su mesa, en un bolsillo, bolso o directamente en otro cuarto.
Luego se les solicitó que completaran un número de pruebas «diseñadas para medir la capacidad cognitiva», entre los que se encontraban un «test de matrices progresivas de Raven» que obliga a poner en marcha el razonamiento analógico, la percepción y la capacidad de abstracción.
Los investigadores descubrieron que los participantes que dejaron sus teléfonos en otra habitación obtuvieron un rendimiento «significativamente superior» al de aquellos que dejaron sus teléfonos sobre la mesa y «ligeramente superior» sobre aquellos que lo guardaron en su bolsillo o bolso.
Durante el segundo experimento, que involucró a 275 participantes, se solicitó poner a los dispositivos en «modo silencioso» o apagarlos completamente y colocarlos pantalla para arriba sobre el escritorio, en sus bolsillos o mochilas o en otra habitación.
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Además debían completar una serie de tareas y responder ciertas preguntas para medir cuan dependientes eran de sus smartphones.
Los investigadores descubrieron que aquellos que declararon ser más dependientes obtuvieron peores resultados en las evaluaciones, pero solo en los casos de personas que los habían dejado sobre el escritorio o en sus bolsillo y bolsos, independientemente si estos se encontraban prendidos o apagados.
«El estudio revela el potencialmente perjudicial efecto de la integración de los teléfonos inteligentes a nuestras rutina diaria o lo que hemos dado en llamar ‘drenaje cerebral’ que afecta la capacidad cognitiva tanto a nivel de la capacidad de memoria como a la inteligencia fluida funcional.»
Los investigadores aseguran que otros productos electrónicos no generan costos cognitivos tan significativos debido a que «pocos aparatos son tan relevantes a nivel personal y se hallan eternamente presentes como los smartphones».
Los expertos coincidieron en que irónicamente, cuanta más dependencia existe sobre los teléfonos más se sufre con su presencia o visto desde una perspectiva más alentadora, más se beneficiarían sus usuarios con su ausencia.
La investigación sugiere la importancia de establecer períodos de separación del smartphone «definidos y protegidos» para permitirle a sus usuarios no solo desempeñarse de mejor manera al reducir las interrupciones, sino también al aumentar al capacidad cognitiva.
Estudios similares han demostrado anteriormente que los smartphones pueden llevar a lo que se conoce como «efecto mariposa» sobre el cerebro, algo que puede provocar errores mentales en sus usuarios.
Fuente: Infobae