En el estadio y frente a las pantallas, toda Rusia estaba de pie y aguantando la respiración cuando el delantero Iago Aspas se preparaba para patear el quinto penal para España. Y eso no era todo. Algunos de los aficionados tenían un bigote falso o genuino para atraer la buena suerte. Y funcionó a la perfección, ya que Igor Akinfeev bloqueó el tiro con la zurda y aseguró la participación de su selección nacional en cuartos de final.
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