La juventud está llena de mitos y yo creo que uno de ellos es el de no saber nada de dinero. Pero en realidad en nuestra etapa de estudiantes o recién graduados nos volvemos maestros de la administración de la escasez. ¿Cómo es posible que, aún sin tener un ingreso fijo, podamos sobrevivir (y pagarnos las fiestas) con el dinero que nos dan los papás?
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Ah, pero cuando conseguimos nuestro primer trabajo ¡pum! Como a Cenicienta, se nos va el encanto y dejamos ir el don del buen administrador.
Si tú eres recién egresado o estás por graduarte, estás muy a tiempo de crear buenos hábitos y no convertirte en una de las millones de personas que nunca traen un peso en la bolsa o deben la quincena antes de tenerla.
Aquí te van algunos consejos:
Aprovecha si sigues viviendo con tus papás
Si todavía vives en casa de tus papás e incluso si dependes del dinero que ellos te dan, es tu mejor momento para ahorrar.
¿Para qué hacerlo si me lo puedo gastar en la fiesta?, dirás. Por dos cosas: primero, ese ahorro te ayudará precisamente para cuando quieras vivir solo. No sabes la cantidad de cosas aburridas que vas a tener que pagar con tus benditos pesos cuando vivas afuera: renta, gas, luz, mantenimiento del edificio, al plomero (así es, las coladeras no se destapan solas). En segundo lugar, eso te ayudará muchísimo a hacerte el hábito del ahorro.
Para hacerte este proceso más fácil, puedes abrir una cuenta en alguna plataforma digital que tome de tu cuenta tu ahorro de forma automática.
¿Seguro que quieres coche nuevo?
Imaginemos que ya tienes tu primer trabajo y ya te alcanza para comprarte tus tortas y, por qué no, también tu primer coche.
Si vives muy lejos de tu trabajo, un auto puede mejorar tu calidad de vida, pero si te vas a gastar todos tus ahorritos en eso, ¡aguas! porque un auto nuevo pierde alrededor de 20% de su valor el primer año después de sacarlo de la agencia.
Considera comprar un auto de segundo uso que esté en buenas condiciones porque después del primer año, la pérdida de valor del auto ya es más lenta.
Que no te gane
lo hipster
Vivir de acuerdo con tus posibilidades es una regla que te va a ahorrar una muy buena lana. No comas siempre en lugares caros sólo por impresionar. Recuerda que el ahorro no es sólo dinero guardado, sino que es dinero que estás apartando para un consumo futuro que te puede dar más satisfacción como irte de vacaciones a Nueva York, visitar Londres, irte a Coachella, pagarte la maestría o algún otro objetivo que tengas.
Ese ahorro te va a permitir cumplir con esos sueños sin tener que endeudarte.
Si ya tienes tarjeta de crédito, no la uses para pagar las chelas
¿De veras te gustaría pagar con intereses la cerveza que te tomaste hace dos meses?
Haz tu primera inversión
El último consejo —y el que más me gusta— es el de hacer tu primera inversión.
¿Por qué te conviene invertir desde que cumples 18 años? Porque el tiempo es un gran aliado de las inversiones.
Cuando inviertes joven, tienes la posibilidad de obtener mayores rendimientos en el tiempo por dos razones: primero, porque puedes invertir en instrumentos un poco más riesgosos que aquellos en los que invertirían tus papás y por lo tanto su potencial de rendimiento también es mayor. Si tu inversión experimenta una caída, tendrás tiempo de sobra para experimentar una recuperación en los mercados.
En segundo lugar, te conviene porque con el tiempo vas acumulando rendimientos que a su vez pueden ir generando más rendimientos. Juventud, divino tesoro.
Si quieres saber más sobre ahorro o inversiones, escríbeme a ilse@piggo.mx.