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Con el 18 % de los centros aprobados para impartir enseñanza semipresencial en las aulas y más del 70 % de las instituciones bajo modalidades a distancia, a los escolares ecuatorianos les llevará de uno a dos años recuperar el nivel educativo perdido, advirtió la Ministra de Educación, María Brown.
«Sabemos que vamos a tener que estar por lo menos uno o dos años de nivelación, en donde podamos primero valorar cuál ha sido ese rezago, porque sin duda nos importan los conocimientos», manifestó la titular de la Cartera educativa en una entrevista con EFE.
Ecuador figura entre los cinco países de la región que tiene la mayor parte de sus colegios cerrados desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020, o que ha promovido programas pilotos o autorizado clases semipresenciales en porcentajes aún limitados.
Y es que Unicef calcula que 3 de cada 5 escolares que han perdido un año escolar en el mundo, viven en Latinoamérica y El Caribe, y ha pedido a los países más reticentes que abran las aulas porque aportan muchos más beneficios que perjuicios a la sociedad.
Aunque rescata que la educación en Ecuador nunca se interrumpió, Brown reconoce que «el no haber tenido estas oportunidades de contacto presencial también se ha cobrado otro tipo de saldos negativos en nuestros estudiantes», entre los que otorga especial importancia a los aspectos socio-emocionales.
Desde que asumió el cargo a finales de mayo se ha propuesto recuperar el espacio arrebatado por la pandemia, consciente además de que aún el miedo cunde entre muchos progenitores, precisamente al no haberse dado la experiencia del retorno a las aulas en pandemia.
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«Ecuador no tuvo experiencias de retorno progresivo sostenidas a lo largo de la pandemia. Esto generó una cultura de miedo alrededor del uso de las instalaciones educativas, pero es un miedo que vemos que se está rompiendo», apostilla.
TRES MIL CENTROS REGRESAN A LAS AULAS
El ministerio ha autorizado a un total de 3.003 instituciones a nivel nacional a regresar de manera paulatina a las aulas en este nuevo año lectivo que inicia el miércoles en la Sierra y Amazonía (septiembre-junio).
Representan en torno al 18 % del total de 16.000 centros educativos en todo el país, conforme a los últimos datos oficiales emitidos el pasado jueves por la cartera.
En total, cerca de 200.000 estudiantes, más de la mitad de la Sierra, regresarán a partir de esta semana a las clases y podrán encontrarse con sus compañeros después de 18 meses.
Lo harán bien todos los días, o bien de manera alterna, de ahí la semipresencialidad, en función de los aforos que dispongan los centros educativos para poder adaptarse a los protocolos dictados por las autoridades.
En la región Costa-Galápagos, que extiende su año lectivo de mayo a principios de marzo, rige una cierta presencialidad controlada en cerca de 1.200 escuelas.
Brown precisó que, de momento, la presencialidad escolar, que arranca en septiembre en torno al 7 %, seguirá bajo «el planteamiento de que sea voluntaria», pese a que cerca de 9 millones de personas están vacunadas contra la covid-19 en Ecuador, lo que representa el 75 % de la población vacunable, esto es, mayor de 16 años.
«Un poco más del 70 % de las instituciones educativas van a continuar en modalidades a distancia por un período más, mientras seguimos avanzando en los proceso de aprobación», aclaró la ministra al advertir que las modalidades virtuales a las que están obligadas a impartir las instituciones educativas «son provisionales», y que próximamente se iniciará la vacunación de menores de 12 a 15 años.
Con todo, Educación seguirá manteniendo opciones a distancia, como el «homeschooling», o la visita puntual de tutores a comunidades remotas, para aquellos casos en los que, por diversas razones, sea preferible ese tipo de aprendizaje.
REZAGO CON CONSECUENCIAS
La situación excepcional de crisis sanitaria se ha cebado con los más vulnerables como indígenas, sectores rurales y de bajos recursos y familias en situación de movilidad, para los que la virtualidad educativa en la mayoría de los casos se tornó en una quimera.
Pero la política ha sido la de no dejar un niño atrás y ningún escolar ha repetido curso pese a que 100.000 no entregaron sus portafolios escolares, requisito para su acreditación educativa.
Por esta razón, la gestión del Ministerio en los próximos dos años estará enfocada «en lo esencial: la adquisición de lectura comprensiva como elemento fundamental en la nivelación, y el pensamiento lógico matemático», comentó su titular.
Esas dos áreas, a las que se sumará la adquisición de competencias digitales vertebrarán el proceso de equiparación que se iniciará con el programa «Aprender a Tiempo», que será de aplicación nacional, con especial énfasis en 2.000 instituciones clasificadas con «pobrezas de aprendizaje» y aquellas en las que se ha visto un retraso de más dos años y una población de mayor vulnerabilidad.
Con información EFE